Felipe Kast: "La nueva izquierda lejos de modernizarse mira a Allende con mucha nostalgia"
“Que tenga cuidado con sus declaraciones si quiere que este bloque opositor siga incluyendo a partidos chicos y movimientos en formación”, decía en febrero el diputado Felipe Ward (UDI) a su par de Evópoli, Felipe Kast, luego de que este dijera que no había que cerrarse a la posibilidad de congelar la militancia a Pablo Longueira en el gremialismo tras verse involucrado en el caso SQM.
“(Felipe Kast) está tratando de visualizarse cuando él objetivamente no existe como candidato presidencial y, por lo tanto, no es opción para nadie”, aseguró por su parte la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, y luego agregó: “Me parece que debiera abocarse a formar su partido en lugar de estar opinando en relación a las medidas (disciplinarias) y lo que sucede en partidos aliados".
Pues bien, finalmente Longueira decidió renunciar por cuenta propia a su militancia en la UDI y Kast logró que Evópoli se constituyera efectivamente como un partido político al reunir -en un tiempo récord de siete meses- 21 mil firmas para este propósito. Los dirigentes celebraron lo que llamaron la constitución del "primer partido de centro derecha en 25 años".
Sobre este hecho, los choques con otros sectores de Chile Vamos, la llegada de la derecha popular a las poblaciones y las opciones presidenciales de Evópoli, habló el diputado, ex ministro de Sebastián Piñera y presidente del partido Felipe Kast con eldesconcierto.cl.
Ya conformado como partido, ¿qué es lo distintivo que ofrece Evópoli desde el mundo de la derecha, un sector que se ha visto fuertemente cuestionado?
-Había un espacio en la centroderecha que estaba completamente vacío, que era la mirada de una gran mayoría de los chilenos que se situaba más bien en el centro, y que no comparten para nada el giro hacia una izquierda más extrema que ha tenido la Nueva Mayoría. También era una mirada más inclusiva y liberal, que tiene claridad en materia de no justificar ni por un segundo algún tipo de violación a los derechos humanos en el pasado en nuestro país. Que a las personas que tengan orientación sexual distinta lejos de mirarla con lejanía las valoren, que la diversidad no sea tolerada sino que valorada. Es una centro derecha moderna a la altura de los tiempos actuales.
En ese sentido, ¿por qué construir desde Chile Vamos? Ya le ha tocado chocar con Jaqueline Van Rysselberghe, Mario Desbordes, Felipe Ward. Incluso con Cecilia Pérez una vez en que usted pedía que Sebastián Piñera transparentara su relación con el caso SQM y ella le dijo que hablaba desde la desinformación.
-Con Cecilia Pérez somos grandes amigos y es una aliada de Evolución Política, ya que compartimos ideológicamente esta mirada de una centroderecha moderna. En cuanto a lo otro, construyo desde acá porque estamos convencidos de que la alternativa de la Nueva Mayoría tiene una mirada que le está haciendo mucho daño al país, está siendo infantilista y corporativista al obedecer a grupos de interés por sobre el bienestar ciudadano. Hemos visto lo que ha ocurrido con Uber y la genuflexión que ha hecho a la Confech y a la CUT. En vez de velar por los ciudadanos se deja manejar por grupos de interés. Alguien podrá decir "bueno, la centro derecha tiene el mismo problema con los empresarios". Pues eso es justamente lo que queremos corregir.
¿Cuáles iniciativas han tenido para romper con esos vínculos?
-Uno de los primeros proyectos de ley que hemos enviado al Congreso ha sido aumentar las sanciones a los casos de colusión. Apoyamos con fuerza las penas de cárcel, yo lo he hecho desde la comisión de Economía. Hay un rol muy importante en la centroderecha moderna y me encantaría que otros hicieran lo mismo con la izquierda. Lamentablemente vemos que la nueva izquierda lejos de modernizarse mira a Allende con mucha nostalgia. Representan las visiones del partido Comunista, es bien sorprendente que la evolución de la izquierda mire hacia los años 60' más que hacia el futuro.
Por otro lado, volviendo a los vínculos empresariales, la UDI de Chile Vamos es el principal involucrado en el caso Penta y el que ha recibido mayores aportes en el caso SQM.
-La gracia de construir una tienda propia es justamente generar espacios de cambio, donde las cosas se puedan hacer de forma distinta. El tema de los empresarios ha sido transversal. La que recibió más aportes en la campaña presidencial anterior es Michelle Bachelet, esto ha llegado a Marco Enríquez-Ominami, a la UDI, a todas partes. Más que preocuparnos de lo que hagan o no hagan otros partidos políticos, nuestra actitud en Evópoli ha sido mirar hacia el futuro tratando de implementar esta nueva forma de hacer política.
¿Le parece que la renuncia de Pablo Longueira fue un ejemplo que podrían adoptar otros dirigentes involucrados en estos casos?
-Sin lugar a dudas, lo dijimos desde el inicio para todos estos casos. De hecho, creo que fue bastante tardío y valorable el paso al costado del senador (Jorge) Pizarro (DC). En general son gestos que ayudan a mitigar esa sensación de impunidad.
[caption id="attachment_77251" align="alignnone" width="640"] Agencia UNO[/caption]
Volviendo a Evópoli, ¿cómo fue el proceso de recolección de firmas? Se pudo dar bastante rápido en comparación a otros movimientos.
-Fue bastante doloroso y trabajoso. Siete meses de trabajo incansable de los voluntarios de Evolución Política desde Arica a Punta Arenas. Simplemente queda agradecer a los 21 mil chilenos que no solamente firmaron sino que tuvieron que hacerlo en una notaría físicamente ante notario.
También han impulsado una campaña que llama a la gente a presentarse como candidatos de Evópoli a las municipales. ¿Cómo se ha desarrollado este tema de la derecha popular, de llevar los ideales de derecha a las poblaciones?
-Lo que pasa es que nosotros tenemos una aproximación un poco distinta al tema. Creemos que el liderazgo ya está en las poblaciones y que por lo tanto esto ha sido con los dirigentes sociales como protagonistas de Evolución Política más que nosotros ir a enseñar a las poblaciones.
Es algo que popularizó Pablo Longueira.
-Y que en su momento tuvo un éxito tremendo y que, por lo demás, no solamente lo hacen ellos, sino que el Partido Comunista hace lo mismo. Nosotros tratamos de empoderar mucho a los dirigentes sociales, que jueguen un rol, que sean candidatos a concejales, a alcalde. En la próxima elección tendremos a varios de ellos. Pero creemos que en el Chile moderno esta lógica de ir a enseñar a las poblaciones no tiene mucho sentido. Sí lo tiene el empoderar directamente a los actores sociales que comparten las ideas de la libertad y no regalarle ese espacio al populismo de la izquierda.
¿El mundo popular tiene cercanía con los ideales de derecha?
-Absolutamente.
¿Cómo reaccionan por ejemplo ante la gratuidad?
-Son los más indignados cuando los recursos públicos les llegan a los más ricos y no se focalizan en los sectores más desfavorecidos. Vemos que muchas de las poblaciones no tienen seguridad, consultorios, que se sienten enrejados por la delincuencia. Que ven sus barrios atrapados por la droga. Son los primeros en estar indignados al ver que las reformas van a los sectores de más altos ingresos.
En el tema de seguridad, ¿cómo cree que recibe el mundo popular el control de identidad preventivo?
-Si es que hay algo que preocupa a la ciudadanía es la seguridad. Obviamente nadie quiere ningún tipo de abuso, y por lo mismo lo que correspondía en el caso del control preventivo de identidad -y que desgraciadamente no se hizo por culpa de que el gobierno ha legislado en forma improvisada- es dejar aprobada la ley por un periodo provisorio de un año sujeto a evaluación y, luego de eso, ver si cumplió los objetivos de mejorar la seguridad o no y si es que fue utilizado de buena manera o no.
¿Qué le parece el proyecto que los medios han bautizado como Ley Mordaza? Tras su votación en el Senado, se acusa que los mismos políticos buscan protegerse.
-Encuentro un absurdo cualquier tipo de legislación que limite la libertad de las personas, particularmente con la libertad de expresión. Ya me tocó sufrirlo un año cuando viví en Cuba y espero que no vuelva a ocurrir en mi país.
Pasando a un plano eleccionario, ya se definieron 92 primarias preliminares para las municipales, ¿por qué hubo un giro respecto a tener esa misma voluntad para las presidenciales?
-No hay ningún giro, el mecanismo acordado son las primarias y Evópoli va a competir. El único que ha cambiado su opinión es el senador (Manuel José) Ossandón (RN). Incomprensiblemente pidió primarias durante un año y ahora parece que como ve que las pierde, cambió de opinión. Pero no ha cambiado la opinión de los partidos políticos del conglomerado. Fue tema de discusión este lunes y nuevamente quedó confirmado como el mejor mecanismo.
¿A qué cree que se debe el cambio del senador Ossandón?
-Yo creo que se dio cuenta de que pierde y, por lo tanto, está tratando de figurar más para ir a una primera vuelta. Es pensar más en él y no pensar en algo colectivo.
¿Qué opciones tendría Evópoli en una primaria de Chile Vamos?
-Yo lo veo con mucho optimismo. Mucha confianza de que nuestra apuesta de renovación a la centro derecha le va a hacer sentido a muchos chilenos. Nos puede ir muy bien en estas primarias.
Usted dice que se definiría en mayo la candidatura. ¿Si no es usted, quién?
-Cualquiera de los militantes. La gracia que tiene Evolución Política es que tiene el sistema de "un militante, un voto". Se van a elegir consejeros regionales y será el consejo general, con todos los representantes, el que decida el nombre que nos representará en esa instancia.