50 años del Genocidio Indonesio: medio millón de comunistas asesinados en un año
El 5 de octubre de 1965 el teniente general indonesio, Suharto, dio rienda suelta a uno de los episodios más sangrientos de la guerra fría. Por estos días se cumplen 50 años del genocidio indonesio, una matanza de entre medio millón y 2 millones de comunistas que fueron asesinados y torturados entre 1965 y 1966, un crimen que contó con la complicidad de EEUU.
El 2012 se estrenó el documental The act of killing, del director estadounidense Joshua Oppenheimer, que ganó diversos premios de cine y que fue nominado a los Óscar. El film relata un hecho que ha permanecido en el silencio durante décadas y que los últimos años, organizaciones de derechos humanos han tratado de sacar a la luz. En este sentido, el Tribunal Popular Internacional sesionará en La Haya en noviembre de este año para avanzar en el reconocimiento nacional e internacional del genocidio.
En la actualidad los genocidas son reconocidos como héroes de la patria, mientras que los sobrevivientes y sus familiares aún viven aterrorizados ante nuevas represalias por los hechos ocurridos hace medio siglo en un país ubicado en el sudeste asiático.
¿CÓMO OCURRIÓ?
Tras la declaración de independencia de Indonesia en 1945 y reconocida por Holanda en 1949, asumió el poder del país Sukarno, una nacionalista que en 1959 suprimió todos los partidos políticos. A pesar de ello, el Partido Comunista Indonesio, PKI, tuvo un enorme crecimiento, pasando de 7 mil
miembros en 1952 a casi 3 millones en 1965, convirtiéndose así en el partido comunista más grande aparte de los de la URSS y China.
El crecimiento e influencia de los comunistas en la sociedad indonesia comenzó a incomodar a los EEUU quienes azuzaron a las fuerzas militares derechistas dentro del ejército indonesio para hacerse con el control del país. Fue así que el 30 de septiembre, un movimiento organizado por oficiales de rango medio del ejército, secuestraron y asesinaros a 6 altos general, alegando impedir un golpe militar del ala derechista de la fuerzas armadas. Tras el hecho, el PKI fue acusado de instigar el asesinato de los generales y se convirtió en un pretexto para que Suharto se hiciera con el poder.
Así, a partir del 5 de octubre, la limpieza de comunistas comenzó en la capital Yakarta y se extendió rápidamente por las tres mil islas del archipiélago que compone Indonesia. Durante este periodo más de medio millón de comunistas, simpatizantes e intelectuales fueron asesinados y cerca de un millón fueron detenidos, una cifra aún poco clara.
[caption id="attachment_55614" align="aligncenter" width="609"] El dictador Suharto con William Cohen, ex Secretario de Defensa de los Estados Unidos (1998)[/caption]
¿CUÁNTOS MURIERON EN EL GENOCIDIO?
Según el diario estadounidense, Los Ángeles Time, la embajada de EEUU en Yakarta, envió un comunicado el 15 de abril de 1966 a Washington en el que señalaban que la cifra de muertos estaba "cerca de 100 mil o 1 millón, pero creemos más prudente errar por el lado de la estimaciones más bajas, sobre todo al ser interrogado por la prensa".
En este sentido, aún no hay claridad sobre la cifra de muertos o detenidos durante este periodo. Antes de que la purga contra los comunistas acabara, el ejército indonesio estimó que la cifra de muertos rondaba los 78 mil 500, mientras que el PKI aseguraba que 2 millones de sus militantes habían sido asesinados. En 1966 el académico chino de origen inglés, Benedict Anderson, estableció que la cifra de asesinados era de 200 mil, pero en 1985 llegó a la conclusión que habían sido asesinados alrededor medio millón y un millón entre de comunistas y simpatizantes.
En tanto, según el galardonando documental The act of killing estima que la cifra de muertos es de entre medio millón y 3 millones.
¿CÓMO LO HICIERON?
Al principio del genocidio la CIA negó todo vínculo con la matanza, pero el 2001 fueron desclasificados documentos en los que se involucra a la embajada estadounidense en Yakarta, señalando que desde aquella sección diplomática había sido suministrado listas de militantes y simpatizantes comunistas a los escuadrones de la muerte que ejecutaron la matanza. En dicho documento, la CIA reconoce el genocidio indonesio equiparándolo con las grandes matanzas del siglo XX, equivalente a las purgas soviética de los años 30 y holocausto nazi.
El documental de Oppenheimer develó ante el mundo cómo fue el genocidio indonesio, historia contada por los asesinos y torturadores protagonistas de los hechos quienes alardean de sus crímenes y vuelven a lugar donde ocurrieron para mostrar con detalle cómo los llevaron a cabo.
"Les pegábamos hasta matarlos y después quedaba un enchastre feo de sangre, así que cambiamos el método y usamos alambres", relata uno de los autores quien se jactar de inventar el eficaz sistema de exterminio.
Pero el director del documental va más allá y le ofrece a uno de los protagonistas de los crímenes, Anwar Congo, quien es fanático del cine, filmar sus asesinatos en el género que desee. Esto motiva a que él, junto a sus secuaces dirijan y escenifiquen sus propios crímenes en un macabro film subrrealista en el que dos de las víctimas de Anwar Congo, le agradecen haberlos matado y enviado al cielo.
En la actualidad, Anwar Congo es un miembro honorario de Pemuda Pancasila, una organización paramilitar con 3 millones de integrantes, responsable en el genocidio indonesio, que hoy cuenta en sus filas con miembros de las fuerzas armadas, la policía, el parlamento, los gobiernos locales.
LO QUE SUCEDIÓ CON EL TIEMPO
Luego de 32 años de dictadura, el país mantuvo un mutismo férreo ante estos crímenes, pero la presión porque fueran dados a la luz comenzó a través del documental de Joshua Oppenheimer, que dio paso a un primer informe preliminar sobre lo sucedido llevado a cabo por la Comisión de Derechos Humanos de Indonesia.
El actual presidente indonesio Joko Widodo, se comprometió a esclarecer los hechos durante su campaña presidencial, pero una vez electo relegó el tema a un segundo plan y planteó buscar una "solución permanente" por medio de la "reconciliación" nacional. Soe Tjen Marching, escritora indonesia y directora del capítulo británico del Tribunal Popular Internacional de La Haya, cree que su país sólo reconocerá lo sucedido a través de una campaña internacional.
En la actualidad, gran parte de la élite que domina las fuerzas armadas, la policía, la justicia, el sector financiero y parte del poder parlamentario y local del país aún tienen vínculos con la dictadura militar. Esta élite maneja la versión oficial de la historia a través de los manuales escolares, que buscan perpetuar la amnesia colectiva.
Un año antes de la muerte del dictador Suharto, quien falleció el 2008, en medio de un juicio por corrupción en su contra, el fiscal general Abdul Rahman Saleh prohibió y ordenó la quema de 14 libros de historia porque no presentaban a Suharto como el salvador de la nación y no responsabilizaban al Partido Comunista de los hechos que habían provocado el golpe militar.
The Act of Killing fue aclamada mundialmente y nominada al Óscar, pero no llegó a superar la oficina de censura Indonesia, aunque sí alcanzó a tener una gran difusión en muestras privadas y por la decisión de Oppenheimer de mostrarla gratis en la versión en indonesio por Youtube. Un segundo documental, estrenado en Londres en junio, The look of silence, Oppenheimer muestra que en muchos lugares los sobrevivientes y sus familiares siguen estigmatizados y perseguidos por Pemuda Pancasila.
“Es como si Hitler hubiera ganado la guerra y Himmler fuera un héroe nacional, salvador de la patria”, señaló Oppenheimer al diario brasileño Carta Mayor.
TRAILER DEL DOCUMENTAL THE ACT OF KILLING