Tanto en el norte, el centro y en el sur de país, la violencia por parte del Estado ha dejado víctimas que, hasta el día de hoy, son recordadas por quienes continúan organizándose y levantando consignas por más democracia en el país.

Estos los jóvenes chilenos abatidos mientras participaban de movilizaciones estudiantiles:

Daniel Menco (23) se encontraba participando de una movilización en Arica en el año 1999, durante el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Era alumno de Auditoría en la Universidad de Tarapacá, y como muchos de sus compañeros, se hizo parte de una protesta por problemas con el Fondo Solidario.

El 19 de mayo de ese mismo año, el entonces Comisario de la Primera Comisaría de Arica, Norman Vargas, abrió fuego con una escopeta Winchester calibre 12, hiriendo gravemente a Daniel y dejando lesionados a otros dos jóvenes: Fernando Rodríguez y Alejandro Martínez.

Daniel falleció ese 21 de mayo, producto de las heridas que el proyectil le causó en la zona craneal. Vargas fue condenado a tres años de reclusión por cuasidelito de homicidio.

Manuel Gutierrez (16), fue asesinado el jueves 25 de agosto de año 2011, mientras transitaba junto a su hermano y un amigo por las calles de la Villa Jaime Eyzaguirre.

Aquella jornada se caracterizó por una gran movilización convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y fue en ese contexto donde el ex sargento Miguel Millacura, abrió fuego con una subametralladora UZI.

La bala impactó directamente en el pecho de Manuel. El caso fue repudiado por parte de todos los actores que durante ese día participaron de la marcha, condenando enérgicamente el actuar negligente de la fuerza policial.

En primera instancia, Carabineros negó toda responsabilidad en los hechos, afirmando incluso que no iba a iniciar un proceso de investigación por lo ocurrido.

Una vez esclarecida la situación, Millacura fue condenado a tres años y un día de libertad vigilada, por el delito de "violencia innecesaria con resultado de muerte". Por su parte, la Teniente Claudia Iglesias fue absuelta, luego de ser procesada como encubridora de los hechos.

Angelo Estrada (23) ni siquiera se encontraba participando de una movilización estudiantil cuando recibió un impacto de bala en su cabeza por parte de un funcionario de Gendarmería, Jorge Retamal.

El joven de 23 años se asomó por su ventana desde el cuarto piso de un edificio ubicado en Catedral con San Martín, en el centro de la capital, cuando el disparo efectuado por Retamal lo dejó gravemente herido.

Angelo estuvo internado varios meses en la ex Posta Central, pero su recuperación fue imposible. Estuvo dos años en estado vegetal, y falleció el domingo 28 de septiembre de 2014.

El caso se encuentra sobreseído tras un acuerdo reparatorio entre el victimario y la familia.

Diego Guzmán y Exequiel Borbarán fueron asesinados el pasado jueves en Valparaíso, mientras participaban de la segunda marcha nacional por la educación. Esta vez, los proyectiles no vinieron de parte de agentes del Estado, sino que de un vecino del sector de Plaza Victoria que arremetió a tiros contra quien estuviera a su paso.

Este último caso de violencia civil ha dejado entrever una problemática muy profunda en la estructura social del país. Particularmente porque el presunto autor de los disparos justificó su acción en la defensa de su propiedad privada.

Diego y Exequiel han sido homenajeados muchas velatones a lo largo del país, y crimen que les quitó la vida ha sido condenado desde todos los sectores.