El presidente boliviano, Evo Morales, fue investido hoy para un nuevo mandato al frente del Estado Plurinacional en una ceremonia que contó con la presencia de varios mandatarios de América Latina y el Caribe.

La cita comenzó con el traslado de los símbolos de la presidencia desde el Palacio Quemado hasta la sede del Legislativo, escoltados por dirigentes de los movimientos sociales, entre ellos la Central Obrera Boliviana, organizaciones campesinas y de trabajadores petroleros, por una Plaza Murillo abarrotada de público.

Luego se promulgó la Ley de Proclamación de Morales como jefe de Estado y de Alvaro García Linera como vicepresidente para el período 2015-2020.

Después, García Linera juró el cargo y recibió los atributos correspondientes a sus responsabilidades, que incluyen también la presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, desde cuyo puesto juramentó a Morales y le impuso los símbolos inherentes a su cargo.

Morales, quien llegó al Palacio Quemado en enero de 2006, ganó las elecciones generales del pasado 12 de octubre con el 61,36 por ciento de los votos y con mayoría absoluta en ocho de los nueve departamentos del país.

Al abrir su segundo mandato al frente del Estado Plurinacional y el tercero desde 2006, está próximo a convertirse en el jefe de Estado con más tiempo de manera consecutiva al frente de la nación, un honor que ostenta hasta ahora Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Incluso, al término de su gestión, en 2020, el líder indígena y cocalero, superará a Víctor Paz Estensoro como el inquilino con más tiempo en el Palacio Quemado, aunque para entonces la sede del Ejecutivo será la Nueva Casa Grande del Pueblo, cuya construcción terminará en 2016. Durante el acto de investidura de Morales, García Linera destacó la concentración de gobiernos progresistas y revolucionarios en América Latina, en contraste con lo que ocurre en otros lugares del mundo, donde aún campea por su respeto el neoliberalismo.

Asimismo, rememoró algunos de los logros del gobierno de Morales en la economía, la educación, en la liberación de los pueblos indígenas y en el despertar de los movimientos sociales.

El vicemandatario manifestó sus esperanzas de que en el futuro una sociedad diferente, más moderna e igualitaria, emergerá de entre las grietas y contradicciones del propio capitalismo para el bien de las grandes masas, y disertó sobre las bondades del socialismo.