Gabriela Barrenechea musicaliza poemas de Gabriela Mistral y se despide con concierto gratuito
El recital, que ofrece un emotivo e íntimo espectáculo, se realizará a las 19:00 horas en la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo (Bellavista 0594, Metro Salvador, Providencia). Interpretará temas propios, las canciones de ‘Todas íbamos a ser reinas’, y temas en que musicaliza poemas de Federico García Lorca, y Pablo Neruda, en una puesta en escena que mezcla diálogos con las canciones, y donde se manifiesta la dimensión teatral que ha adquirido en las últimas décadas. La entrada es liberada, sólo se pedirá colaboración.
Su producción, editada de la mano del sello musical de Ceibo Producciones, también contiene una canción de Yván Olguín (Ningún Camino), una de Dióscoro Rojas, musicalizado por Cecilia Echeñique (Puerto Esperanza), y una de autoría de Barrenechea, Desde mi ventana.
La autora ha dicho que, en la placa, las músicas que ha compuesto son muy diversas “y en ellas están mi ‘chilenidad’ y ‘latinoamericanidad’ (milongas, tonadas, valses), pero también otros aires más de este lado del mundo, debidos sin duda a mi recorrido por la música clásica, a mi larga estadía en Francia y a mi gran amor por la música sefardí. No hay separación: soy todo eso, entre oralidad y música escrita, entre el allá y el aquí, entre india y sefardí. Músicas errantes”, apuntó.
El disco, con base en obras de Gabriela Mistral como ‘Desolación’; ‘Ternura’; ‘Tala’, y ‘Lagar’, recoge el título “Todas íbamos a ser reinas”, de la ganadora del Premio Nobel en 1945 y el Premio Nacional de Literatura en 1951.
Los siete poemas musicalizados son: ‘Riqueza’; ‘Extranjera’; ‘Tierra’; ‘Canción Quechua’; ‘Vergüenza’, ‘Miedo’ y ‘Todas íbamos a ser reinas’.
Gabriela, la cantante
Gabriela Barrenechea llegó a París en los años ’80 luego de haber vivido la dictadura militar chilena, y luego de padecer la prisión política y la de su pareja, y finalmente se radicó en Angers (Francia).
Su voz de mezzo-soprano la llevó a interpretar obras como “Requiem”, de Mozart, en La Rochelle (Francia) en 1985; “La Stabat mater de Pergolesi”, en Chateaubriand (Francia) en 1992, y "Las bodas de Fígaro", en el papel de Bufona.
En el campo de la música participó en obras en el Olympia (Francia) en 1994, y en producciones internacionales en México, Benin, Chile, Marruecos, Italia, Suiza e Inglaterra. En Francia, canta en la Sainte Chapelle de París, y en los teatros de: los Campos Elíseos, Bercy, de la Vieille Grille, y en el del Este de París.
Es cantante habitual en el Pays de la Loire (Francia), incluso con la compañía Patrick Cosnet. Y también ha incursionado en la actuación, como es el caso del año 2000, en el Festival de Avignon (FR), donde realizó varios papeles en obras de Cie Cosnet.
Francia fue su primer país de exilio, y cuando Gabriela canta a Pablo Neruda y Gabriela Mistral, manifiesta su pertenencia a la cultura chilena, donde nació. Pero también se ha dejado cautivar por Prévert o Mac Orlan, Barbara y Pierre Perret (poetas franceses). Su repertorio se enriquece con las canciones y la música sefardí (Trío Morenica).