Este martes se dio inicio a la rendición del Simce para todos los estudiantes de segundo medios del país, quienes se suman a sus compañeros de octavo básico que ya respondieron a la prueba durante el pasado miércoles y jueves.

Sin embargo, tanto esta semana como la anteior, un conjunto de organizaciones sociales se han puesto del lado de aquellos estudiantes que se oponen a la rendición del Simce, bajo la crítica de que el supuesto instrumento de medición de la calidad de la educación, finalmente lo que hace es mantener intactos los pilares de la segregación que aún existe en la educación.

Los miembros de la Mesa Social por la Educación, como la Cones, Fech y el Colegio de Profesores, entregaron su respaldo público a dichos estudiantes. Ricardo Paredes, vocero de la agrupación de estudiantes secundarios, hizo un llamado a la “solidaridad con aquellos compañeros que hoy día no están rindiendo ya que para nosotros, en una sociedad democrática, el derecho a desacato es muy valioso en estas instancias”.

“Los estudiantes entienden desde el año 2011 que el sistema está mal desde sus estructuras, y que estos instrumentos profundizan el modelo, por lo que nos parece razonable y apoyamos estas movilizaciones”, indicó Paredes.

El vocero de la Cones indico que finalmente el Simce termina estigmatizando a los establecimientos “catalogándolos como buenos, malos y pésimos” afectando principalmente a los establecimientos municipales con alta vulnerabilidad social,  “donde sus estudiantes emigran a particulares subvencionados y por la pérdida matrículas se vayan cerrando los colegios. Es un círculo vicioso del sistema neoliberal del sistema de educación chileno”, afirmó Paredes.

Además, apuntó a la demanda que han realizado de no publicar los resultados para así no generar una competencia bajo el criterio de mercado que refleja el instrumento, y señaló que no se oponen a la medición de calidad. “Lo que no queremos es que no se comparen realidades muy diferentes. Por ejemplo, hoy se aplica la prueba a todos los establecimientos del territorio nacional, pero tenemos los alumnos de segundo medio de un liceo técnico dan el Simce a la par de sus compañeros de un liceo científico-humanista. Evidentemente no son los mismos conocimientos y no hay una única vara para medirlos”, finalizó Paredes.

Por su parte, Dafne Concha, vocera de la Coordinadora de Padres y Apoderados (Corpade) aclaró que como organización están apoyando a los estudiantes que quieran boicotear el Simce, pero que ellos no están haciendo ese llamado.

“Nos parece que en el contexto de la reforma a la educación se debió haber congelado esta medida y que se evalúe para el futuro una nueva forma de medición de la calidad, porque en realidad lo que se está haciendo es educar para medir, y no medir para educar”, aseguró Concha.

La vocera de la Corpade afirmó que “si los estudiantes, de forma autónoma, espontánea o bien de manera coordinada con sus dirigentes estudiantiles, deciden no presentarse a la prueba, o sencillamente hacer una huelga de lápices caídos, nosotros vamos a estar junto a ellos si eso significa medidas sancionatorias de parte de las autoridades, pero nosotros no hemos hecho un llamado ni a los padres ni a los estudiantes a no rendir el Simce”.

 

Escuelas de todos Chile tuvieron situaciones especiales

Durante la semana pasada, fue el turno de los alumnos de los octavos básicos. Según un catastro preliminar, unas 22 escuelas a lo largo del país no rindieron la prueba Simce con normalidad.

El listado, construido por estudiantes secundarios, detalla las distintas situaciones ocurridas durante el miércoles 12 y jueves 13 recién pasados. Por ejemplo, en el Liceo Óscar Castro de Rancagua, los estudiantes se resistieron a rendir la prueba, pero terminaron siendo obligados por las autoridades del establecimiento. Asimismo, en la Escuela Thomás Alba Edison de Cullipulli, el paro de profesores llevó a que sus estudiantes decidieran no rendir la prueba en apoyo a sus docentes. Esta situación también se replicó en algunas escuelas en Vilcún, Putaendo, Curicó, Tucapel, Tocopilla, San Antonio y Chiguayante.

En tanto, en la Escuela Básica Kimun Lawal de Puerto Montt, tras el arribo de los examinadores, los directivos del establecimiento conversaron con ellos, que luego se retiraron.

En la comuna de Cerro Navia, por su parte, hubo tres escuelas básicas que no alcanzaron a formar parte del proceso. Se trata de tres establecimientos “Ciudad Santo Domingo de Guzmán”, “Sargento Candelaria” y “Doctor Treviso Girardi” que se mantuvieron en toma durante siete meses, bajo la amenaza de cierre por parte del alcalde, Luis Plaza.

Según explicó Cecilia Brito, actual administradora provisional de las tres escuelas, que los cerca de 400 alumnos no rindieran el Simce “no tiene que ver con no querer dar la prueba, sino con una situación que imposibilitaba rendirlo porque el proceso ya estaba andando y estas escuelas no estaban abiertas en el periodo donde se definió la muestra”, afirmó.

Brito informó que sus escuelas están en un “estado de excepción” ya que comenzaron su año escolar recién en julio, y agregó que “el Simce, lo que representa para mí en este minuto, es que no es la única forma de medir lo que la escuela hace” y agregó que “el dar o no el Simce, y cómo éste sea usado, es un punto a debatir largamente”.