Como club deportivo y selección nacional de rafting, Equipo Cascada, planteamos primero nuestra gran preocupación y oposición frente al Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo (PHAM), de la transnacional estadounidense AES Gener y la nacional Antofagasta Minerals (AMSA) del grupo Luksic, y segundo expresamos nuestra enorme discrepancia ante las afirmaciones realizadas a una emisora por el presidente ejecutivo de Alto Maipo y ex ministro de Energía, Jorge Rodríguez Grossi.

El representante de la iniciativa energética privada afirmó que el PHAM no afectará, entre otras cosas, a las actividades deportivas realizadas en el Cajón del Maipo. Queremos decir que nuestro lugar de entrenamiento es el río Maipo y también los ríos Volcán, Yeso y Colorado. Perjudicados por la hidroeléctrica que ya empezó a construirse.

Nosotros hemos sido y somos espectadores de cómo en estos siete años de sequía, bajaron los niveles de los cauces que componen la cuenca del Maipo. Los ríos ya no llevan la misma cantidad de agua y la empresa tomó los registros de agua de hace 50 años para el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), cosa muy alejada a la disminución del 40% de todos los ríos de la cuenca. De hecho ya existen sectores del río en que por su descenso de nivel, no podemos practicar este deporte durante todo el año.

A través de la disciplina deportiva, constancia y trabajo en equipo representamos a Chile, el país de los ríos eternos (traducción de Chileufú). En el mundial de Nueva Zelanda, realizado el año pasado, logramos la cuarta posición y nos consagramos bicampeones en la categoría de Head2Head. Para nosotros es un gran esfuerzo poder entrenar y competir y con eso poder seguir con nuestras responsabilidades laborales y personales. No tenemos un apoyo real de nadie y todo lo debemos gestionar nosotros, desde el equipo de entrenamiento hasta los viajes a otros países para competir.

Al escuchar las declaraciones de la empresa, nos sentimos totalmente engañados por quienes repiten y repiten, que Alto Maipo no impactará a los deportes de aguas blancas al dejar un caudal de 27m3/s, caudal que no podría existir en el Maipo si se secan las aguas del Volcán y del Yeso, lo cuales alimentan más del 40% del agua que lleva el Maipo por todo el Cajón.

Nuestros acompañantes diarios en los entrenamientos son los patos cortacorrientes (especie amenazada en Chile, principalmente en la zona central) que necesitan un flujo mínimo para vivir. Ellos, se encuentran en todos los ríos del Cajón del Maipo. Con Alto Maipo nuestro principal acompañante desaparecerá.

Nuestro futuro no será muy diferente al de los patos corta corrientes, ya que, sin un lugar cercano de entrenamiento, en este caso el Maipo, nos imposibilitará continuar desarrollándonos como equipo y, a su vez, en la labor de guías profesionales de deportes de aguas blancas en la zona.

El río Maipo, es el único lugar en la Región Metropolitana (RM) donde se puede practicar rafting y kayak. Cada año llegan más de dos millones de visitantes a disfrutar de los paisajes y actividades que dependen de los ríos que componen la cuenca. Lo que todavía nos queda, no deberíamos destruirlo, sí aprovecharlo, manejarlo y dejarle a nuestros/as nietos/as lo más importante: su patrimonio.

En la situación de ejecutarse este Alto Maipo, Chile no sólo seguirá perdiendo sus ríos, sus deportistas de excelencia, sino que, además imposibilitará a todos/as los/as ciudadanos/as que quieran practicar rafting o kayak en la zona central de nuestro país.

Les pedimos a las autoridades, al Instituto Nacional del Deporte (IND) y a la ciudadanía pronunciarse al respecto, porque nosotros y todo Santiago somos afectados de este mega proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, disfrazado de central de paso ecológica.