Biblioteca Latinoamericana de las Memorias, el rescate del prontuario inmaterial de las dictaduras
Este martes se inauguró en el Salón de Honor de la Universidad de Santiago la Biblioteca Digital Latinoamericana de las Memorias, instancia que pretende reunir los diversos testimonios y documentos de las dictaduras que aterrorizaron a varios países de Latinoamérica durante los años 70.
Con el interés puesto en los futuros trabajos académicos que puedan surgir gracias a los distintos documentos, la plataforma contará con un sitio web donde los archivos estarán digitalizados y serán de libre acceso para los investigadores que requieran información de los oscuros años que vivió esa parte del mundo.
Mauricio Weibel, destacado periodista que ha investigado diversos temas relacionados a las violaciones de los Derechos Humanos, es el director de la iniciativa, y explicó a El Desconcierto que “la idea es justamente digitalizar dichos archivos y testimonio, clasificarlos y subirlos a internet para que estén a disposición para cualquier persona de la humanidad”.
La Biblioteca Digital, que nace al alero de la Universidad de Santiago, se encuentra en pleno proceso de digitalización. Weibel aseguró que “el objetivo de la universidad es crear un corpus académico que permita a los investigadores de todo el mundo, hoy, mañana y en 50 o 100 años más, poder hacer una reflexión académica y social sobre los proceso que ocurrieron en América Latina, pensando que sólo en América del Sur, unas 100 mil personas fueron ejecutadas o desaparecidas en el marco de una represión, de prácticas genocidas, que tenía como objetivo introducir profundas transformaciones sociales en el continente”.
El periodista a cargo de la iniciativa comentó que los esfuerzos de digitalización están siendo financiados directamente por la casa de estudios, y aseguró que la plataforma estará disponible en abril de 2015, fecha escogida con miras al próximo encuentro de las universidades estatales del Mercosur en Chile, que tendrá lugar en la Usach. “Queremos que este esfuerzo se asuma colaborativamente con las otras universidades estatales de América del Sur. Nos parece importante que las universidades públicas de Argentina también hagan este trabajo de construcción de la memoria, que lo hagan las universidades de Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, etc.”, indicó.
Además, Weibel destacó que en 2015 se conmemoran cien años del primer genocidio en la historia moderna que sufriera el pueblo armenio a manos de los Jóvenes Turcos, gobierno conservador turco del Imperio Otomano que deportó y provocó la desaparición de casi dos millones de personas entre 1915 y 1923. “Este años vimos cómo, lamentablemente, las prácticas genocidas se mantienen vigentes en lo que fueron las masacres en Medio Oriente. Este es un trabajo que recopila la memoria pero que está pensado para construir el futuro”, indicó.
La construcción de memoria histórica desde el Estado
La Biblioteca Digital Latinoamericana de las Memorias contó desde hace tiempo con el apoyo autoridades del Consejo de la Cultura, como la subdirectora Lilia Concha, que calificó en junio pasado a la iniciativa como “un proyecto tremendamente importante”.
Sin embargo, el respaldo económico del Estado quedó en punto suspensivo. Consultado sobre si existe una deuda de la parte estatal hacia el proceso de reconstrucción histórica de la memoria, Weibel afirmó que “nos parece coherente que la reconstrucción de la memoria la haga una universidad pública” y agregó que “creemos que es el lugar indicado para hacer un esfuerzo de esta naturaleza”.
“Creo que el Estado asume sus responsabilidades de diversas formas, y una de ellas es la universidad. No veo una contradicción en eso, y creo que además es la Universidad el lugar indicado, porque esto no se trata de hacer una biblioteca, sino un programa académico en torno a estos materiales. No tiene sentido guardar documentos si éstos no van a tener vida, no va a haber discusión. Esto no es el Museo de la Memoria, que también hace un trabajo tremendamente importante, pero lo que hace es un trabajo de archivo, y lo que queremos nosotros es uno de discusión académica”, indicó Weibel.
La carta con décadas de atraso
Para Mauricio Weibel, el trabajo de construcción de memoria histórica toca una fibra personal. Su propio padre, José Arturo Weibel, fue detenido y desaparecido en 1976 por el Comando Conjunto.
Justo a pocas horas de la inauguración, una carta que el desaparecido dirigente comunista escribió para sus hijos en la clandestinidad, llegó hasta sus manos 38 años después. El periodista compartió la imagen de la misiva en su página de Facebook, y escribió emocionadas palabras dando cuenta del hecho.
Sobre el episodio, el periodista comentó a El Desconcierto que este era “uno de los grandes vericuetos de la memoria” y que se trataba de una carta “que estaba olvidada en un cajón de un familiar cercano que la encontró y la envió justo 24 horas de la inauguración”. Weibel aseguró que “el hecho en sí lo dice todo y no tengo que agregarle nada más”, indicó.