Eric Mouquet, líder de Deep Forest: “Gran parte de la música consiste en sacar ventajas de los accidentes”
Sentados en el escenario del bello teatro CorpArtes, en Las Condes, Eric Mouquet dio una ronda de entrevistas a los medios chilenos que quisieron hablar con el fundador de Deep Forest antes de su presentación en el Movistar Arena, en el marco de la primera versión del "Stgo World Music Fest", donde compartirá cartel con el africano Youssou N'Dour, entre otros.
A la fiesta del domingo, sumó recientemente un sideshow en el moderno teatro CorpArte (Rosario Norte, 660. Las Condes) el lunes a las 20:00 horas.
En una breve entrevista, habló de su aprendizaje en la música, de sus influencias y de cómo grabaron con Michel Sánchez, su partner en la banda, una de sus canciones más conocidas: "Sweet Lullaby".
¿Qué significa para ti y para Deep Forest estar en Chile por primera vez?
Estoy muy curioso por estar aquí y en Sudamérica, porque nunca estuve aquí. He viajado por todo el mundo, pero esta es la primera vez que vengo a estar parte del mundo. Así que es realmente nuevo para mí. Quisiera tener un tiempo después del show y antes de volver a París, para poder visitar algunas ciudades y conocer gente.
En cuanto a tocar música, estoy bastante contento de participar en este festival, porque habrá grandes nombres en el escenario como Youssou N’Dour, que me encanta y es un gran artista. Entonces es un gran honor para mí estar invitado a este festival. Después, tocar en este teatro tan hermoso, me tiene muy entusiasmado.
¿Qué es lo que sabes de Chile y de sus músicos?
No mucho para ser honesto. En Europa no tenemos muchos discos de músicos chilenos. La música sudamericana, desde el punto de vista europeo, es mucho sobre Brasil, porque tienen una gran cultura. Pero no mucho de la música chilena, argentina o peruana. Tenemos arquetipos como probablemente la gente tiene el arquetipo del tipo francés con la boina y el bagette. Claramente así no son las cosas.
El tipo de música que usted hace es categorizada como étnica o new age también. ¿Te satisface esa categorización?
No realmente satisfecho, porque no me gustan las categorizaciones. Sé que la gente necesita ponerle nombres, y la mayor parte del tiempo tienen sentido, porque cuando tocas jazz, rock o reggae, claramente se pueden identificar esos sonidos. Lo que trato de hacer en la música ahora, después de más de 20 años de carrera, es realmente algo que no cabe dentro del World o New Age. Es realmente mi experiencia musical, mi propio background de mi época adolescente, cuando era un rockero, cuando me gustaba Deep Purple, hasta ahora, un periodo en el que he descubierto mucha más música, y cuando toco en un escenario, cuando compongo una canción, trato que mezclar todas estas influencias.
No trato de limitarme a mí mismo y decir ‘éste no es mi tipo de música, así que no la tocaré’. Quiero poner todo. Nos da un sonido especial, que es una mezcla de electrónica, sonidos del mundo que son voces, no como en el pop, el jazz o el góspel, pero es un poco de todo. En las armonías tenemos influencias de la india, puedes encontrar también clásica, jazz. Y soy muy afortunado porque conocí grandes músicos. Mi primera gran influencia para mí fue el señor Joe Zawinul de Wheather Report. Tuve la oportunidad de trabajar junto con él. Todo eso está en mi música. Resulta muy difícil para mí ponerle un nombre y llamarla música.
Espero que si van a mi show y escuchan con cuidado, verán a lo que me refiero. Va en diferentes direcciones cada dos minutos, porque nos gusta improvisar mucho y me gusta hacerle sorpresas a mis músicos, cambiando acordes o algo al empezar una canción y no sabemos cómo irá a resultar. Para mí es completamente libre, y es realmente reconfortante.
Uno de sus máximos y más recordados éxitos es “Sweet Lullaby”, ¿qué recuerdas de ese momento?
Recuerdo que fue muy mágico, porque Michel Sánchez, mi compañero, me toca la melodía, que proviene de las Islas Salomón. Puso la grabación en un cassette de muy baja calidad, y cuando escuchamos la melodía fue… algo que no correspondía al estándar común de la música, porque si escuchas la cinta original, hay mucho aire y se metían sonidos extraños. No era una grabación muy bonita, pero la voz era muy mágica. Luego pusimos la melodía en referencia con algunos acordes. Cuando pones los acordes, defines la armonía. Y la melodía se transforma en una relación. Es importante esto para entender el proceso, porque si cambias un acorde, cambias la relación entre la línea de la melodía y el sentimiento que generas. Experimentamos con eso y la pusimos un tempo lento, y se transformó en la canción.
Mi primer recuerdo de ese momento en que grabamos en un pequeño estudio es que era algo realmente espectacular. Pero estaba tan emocionado que cuando volví a mi casa, donde tenía una tallarinata con unos amigos, y les puse la música, a nadie le gustó (risas). Me preguntaban ‘¿Qué es eso?, ¿quién es la cantante?, etc’. Estaba tan fuera de toda estructura que le tomó tiempo a la gente acostumbrarse a ella. Creo que fue importante estar en la radio, salir en MTV, y que la gente al verlo hiciera la conexión. Pero en un principio no fue tan simple.
¿Te gusta hacer esas rupturas en las audiencias?
Sí, creo que gran parte de lo que he aprendido en música es sacar ventajas de los accidentes, todo el tiempo. Todo es predecible pero cuando pasa algo, incluso si eso fue un error o algo así, mejor tomas ventaja para ir a alguna parte. Trato de hacerlo en mi música y de sorprenderme a mí mismo. Eso pasa mucho con la improvisación, invitando a alguna a tocar y simplemente tocar. Y se crea algo, se crea un lenguaje. Eso es muy importante para mí.
Finalmente, ¿qué música has estado escuchando música estos días?
En el vuelo desde París, me vine escuchando Pink Floyd. Como lo nuevo de ellos está a punto de salir, y venía leyendo una entrevista sobre este nuevo proyecto y volví escuchar “Wish you were here”, y el “Dark side of the moon”. Y de esta era, estaba revisando la música de Dunant Fangnet, que no es Pink Floyd para nada pero ambos son grandes músicos.
Recuerdo la primera vez que escuché “Dark side of the moon”. Es difícil de describir, pero el día antes, esta música no existía, al menos para mí. Cuando vas a la tienda, traes el vinilo, lo pones en el tocadiscos, pones la aguja y escuchas el “tic tac” y “bum bum” era algo tan grade. ¿Puedes imaginar el momento en que escuchas eso por primera vez? Es que cambia toda tu vida. Para siempre.
Así que estaba escuchando eso, como un viaje en la memoria.