Rigoberta Menchú pide “Mar para Bolivia” y critica indiferencia de los gobiernos chilenos
Rigoberta Menchú Tum es una mujer indígena que se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional y fue reconocida en el año 1992 con el Premio Nobel de la Paz, siendo hasta este año, cuando lo ganó Malala, la persona más joven en recibir este reconocimiento.
En su llegada a Chile, se refirió al conflicto que hay entre Chile y Bolivia, donde enfatizó en que “expresamos nuestra profunda confianza de que el diálogo y negociación es vital, y de que entre ambos países encuentren un camino libre para que haya acuerdos fundamentales”.
Sin embargo, en su Manifiesto de Principios establece el apoyo a una salida al mar por territorio chileno,y asegura que “el mar de Bolivia, será un mar de los pueblos, un mar de esperanza y reconciliación”. Asimismo expresa que “los últimos gobiernos en Chile han sido indiferentes con relación a un problema que sobre todo toca muy profundamente a los pueblos latinoamericanos”.
La líder indígena también se refirió a la discusión sobre educación en Chile, y aseguró que la educación no puede ser un derecho privado: “Yo parto del hecho que la educación no puede ser para robotizar a las personas, la educación tiene que ser para la vida y si es para la vida no hay ninguna razón por la que la educación sea un derecho privado para las grandes mayorías”.
Desde joven se involucró en luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos y sobrevivió a una fuerte persecución política y exilio. Fue miembro fundadora del Comité de Unidad Campesina y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca, de la que formó parte de su dirección hasta 1992. En el año 1988 regresó a Guatemala y fue detenida. Gracias a la organización del Grupo de Apoyo Mutuo y la presión de miles de estudiantes universitarios, la liberaron.
Migración e Integración
Una de las razones de su visita a Chile se debe al proyecto en conjunto con el Observatorio Internacional de Migraciones OCIM y la Fundación Rigoberta Menchú Tum, para realizar en conjunto el Primer Informe Mundial sobre Migración Indígena.
La premio Nobel señaló que “muchas veces hablamos de discriminación, sin tener claro cuales son esas actitudes reprobables, que deben ser juzgadas, que deben ser castigadas por la ley y si no hay ley, por lo menos que se genere el instrumento jurídico que aplique un castigo a ese tipo de actitudes que hoy ya no sólo se ve frente a los pueblos indígenas, sino también a la mujeres, a los migrantes, la discapacidad”.
Sobre este tema, Menchú se reunió con el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, para avanzar en la tipificación del delito de discriminación. ”Yo gané tres juicios en Guatemala por discriminación, sí puede ser penalizada. Hay un delito que se comete y se puede tipificar”, enfatizó Rigoberta.