La lectura del fallo condenatorio en contra del sacerdote John O’Reilly hizo temblar los cimientos del Colegio Cumbres y el exclusivo círculo de seguidores de los Legionarios de Cristo, el mismo que tiene como apoderados a Pablo Longueira, Andrés Chadwick, Gabriel Ruiz-Tagle, Federico Valdés y otras figuras de la derecha.

Durante el pasado miércoles, los jueces absolvieron por unanimidad al religioso en el caso de la mayor de las hermanas involucradas. Sin embargo, lo declararon culpable por los abusos sexuales reiterados cometidos en contra de la menor, entre los años 2007 y 2009.

En específico, el tribunal acreditó una serie de antecedentes donde se evidencian las conductas de índole sexual del sacerdote hacia la ex alumna del colegio. Entre ellas, cerrar las cortinas de una habitación hasta donde la invitó varias veces y realizarle tocaciones bajo la ropa, además de colocar dulces en sus partes íntimas.

El tribunal se basó en los relatos de las víctimas y los peritajes realizados, acumulando más de cien pruebas para condenar al miembro de los Legionarios de Cristo. A la salida de audiencia, sin embargo, su abogado –también defensor de la UDI en el caso del asesinato de Jaime Guzmán- fue el primero en manifestar su incredulidad ante el fallo.

“Muy probablemente recurriremos de nulidad porque aquí está todo dado para eso, porque el tribunal ha desestimado por completo el caso de la mayor de las hermanas", señaló Luis Hermosilla.

A su reacción se suma la escéptica declaración pública de la directora del Colegio Cumbres y el silencio de toda la clase política, religiosa y empresarial involucrada, quienes manifestaron ruidosamente su apoyo a O’Reilly cuando surgieron las acusaciones.

“Un fallo dividido y parcialmente condenatorio”

El breve comunicado que hoy luce en la web del Colegio Cumbres llama la atención por su énfasis en las dudas que aún reinan sobre la condena al sacerdote. Además de compartir la noticia, su directora Beatriz Moreno hace hincapié en que el Tercer Tribunal Oral en lo Penal emitió su veredicto, “declarándolo, en un fallo dividido, responsable del delito en el caso de una de las dos hermanas e inocente respecto de la otra”.

Más adelante, señalan que “independiente de nuestras apreciaciones personales acerca del caso, reafirmamos nuestro respeto a la Justicia y nuestro compromiso permanente por garantizar ambientes seguros para nuestros alumnos y sus familias”. Además, la directora destaca que “fue el mismo Padre John, quien apenas tuvo conocimiento de una posible denuncia, se puso inmediatamente a disposición de las autoridades”.

Por su parte, la Congregación Legionarios de Cristo también emitió una declaración donde aseguran acoger el fallo con dolor y respeto, pero destacan su carácter “parcialmente condenatorio”.

Luego de la lectura de la condena en contra del sacerdote, los senadores socialistas Rabindranath Quinteros y Alfonso de Urresti anunciaron la presentación de un proyecto que busca revocar la nacionalidad por gracia que el Parlamento concedió en 2008 a O’Reilly.

El argumento principal de Quinteros y De Urresti apunta a que una de las atenuantes presentadas por la defensa del religioso apunta a su condición de ciudadano chileno, gracias al Congreso Nacional.

No obstante, desde la UDI alzaron la voz. El senador Juan Antonio Coloma, apoderado del Colegio Cumbres, desestimó la propuesta y aseguró que el fallo aún es de primera instancia.

En redes sociales, en tanto, diversos usuarios conocidos por su militancia de derecha, salieron a defender al sacerdote tras la noticia. Entre ellos, el militante de base Felipe Ábalos, quien acompañó a O’Reilly desde el público y aseguró, a través de Twitter, que mantiene “la firme convicción sobre su inocencia” y que todo es responsabilidad del “montaje de una madre enferma”, entre otras declaraciones.

Matte, Luksic, UDI y más: su círculo de protección

No es la primera vez en que el sacerdote John O’Reilly es defendido tenazmente por la comunidad educativa, política y religiosa donde se desarrolló tras su arribo a Chile, en 1984.

En agosto del año pasado, 1084 personas firmaron una carta de apoyo al sacerdote y pagaron su inserción en los diarios La Tercera y El Mercurio. El hecho ocurrió apenas a días de que O’Reilly fuera formalizado por abuso sexual contra la menor de 6 años, sin esperar ningún avance ni resultados en la investigación que ya comenzaba la justicia.

La carta fue firmada, entre otros nombres, por el ex presidente del Consejo Nacional de Televisión, Herman Chadwick, hermano del ex ministro y primo hermano del ex presidente Sebastián Piñera.

El inserto fue publicado a página completa y recalcaba que “desde hace más de veinte años ha trabajado en Chile, y cada uno de nosotros ha podido presenciar la forma en que ha servido a la comunidad. Con los niños, entre ellos nuestros propios hijos, fue siempre acogedor y alegre”.

Más adelante, la carta pronuncia su total respaldo al religioso: “No podemos callar frente al dolor infinito de un hombre inocente imputado por el más vil de los delitos”.

Durante la investigación, el abogado defensor de las víctimas, José Ignacio Escobar, se refirió al peso social e influencia política del inculpado. Estos antecedentes fueron largamente examinados por los periodistas Andrea Insunza y Javier Ortega, autores del libro “Legionarios de Cristo en Chile, Dios, dinero y poder” y revelaron los nexos de O’Reilly con empresarios como Eliodoro Matte y Guillermo Luksic.

Sobre este último, de hecho, el sacerdote comentó en El Mercurio: “Feliz de ser amigo de personas maravillosas, que rezan el rosario, tienen sus misas los domingos y son muy generosos con los demás. Ellos pagan impuestos, generan riqueza. Así ayudan a salir a los países de la pobreza”.

Lo cierto es que haber sido el guía de la comunidad educativa del Colegio Cumbres durante años le significó al religioso el respaldo de empresarios y políticos de familiares nombres y apellidos en Chile. Una amistad asumida por él mismo.

Lo anterior no se evidencia solo en el apoyo que O’Reilly ha obtenido durante su proceso judicial. Hasta antes de la acusación, el sacerdote vivía tranquilamente en una casa 1.800 metros cuadrados, con piscina y cancha de tenis, junto a otros 7 curas legionarios.

En una reciente investigación, El Dínamo se refirió a las otras propiedades de los Legionarios de Cristo (18 en total, distribuidas en el sector oriente), contabilizó 47 vehículos y detalló los generosos viajes y regalos de las familias que recibe la comunidad religiosa. De hecho, solo al considerar los propiedades (sin contar autos, ni otros), el avalúo supera los 7 mil millones de pesos a favor de la congregación.

La absolutísima inocencia

Durante el 2006, cuando El Vaticano ordenó a Marcial Maciel a llevar una vida de oración producto de las acusaciones por abuso de menores, entre otras, el padre John O’Reilly manifestó públicamente estar convencido de su inocencia.

"Son miles los que han sido formados por él y el 99% no ha tenido ningún problema, al contrario. Hay una profunda deuda de gratitud con él. Yo, personalmente no tengo la menor duda, nadie duda de la absolutísima inocencia del padre Marcial Maciel, por su vida y por sus obras, por lo que ha entregado a cada uno de nosotros, a la Iglesia y al mundo”, recalcó.

Posteriormente, para nadie quedarían dudas de que el fundador de los Legionarios de Cristo estuvo involucrado en los delitos de abuso sexual en contra de seminaristas, además de ser vinculado a situaciones de extorsión y al ocultamiento de sus hijos y ex parejas.

“Lo que pasa es que los datos que tenía cuando hablaron de Maciel eran los del Vaticano, que realmente solo lo había mandado a descansar a su casa, no había condena. Ahora, leyendo, uno es un poco más vivo. Pero hay que tener en cuenta que fue el primero de los grandes casos de pedofilia”, comentaría más tarde O’Reilly, utilizando la misma lógica al ser consultado sobre su apoyo al golpe militar.

"Cuando llegué el 84, aterricé en un ambiente y perdón por mi superficialidad, en que funcionaban las cosas así, que Pinochet era así y que todo estaba perfecto", reflexionó en una entrevista. La misma reacción ha indulgente se ha visto hasta ahora respecto de su entorno y las autoridades que acompañaron al religioso recién condenado.