Familiares de académico UC Ignacio Ossa asesinado en 1975 en Villa Grimaldi: condena 39 años después no es justicia
Este lunes, familiares y sobrevivientes de Villa Grimaldi que vieron morir bajo torturas al profesor de literatura de Universidad Católica, Jaime Ignacio Ossa Galdames comentaron el fallo de primera instancia del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Leopoldo Llanos quien condenó a la cúpula de la Dina que le dio muerte bajo torturas en Villa Grimaldi el 25 de noviembre de 1975.
Al respecto, Rosa Reyes Ossa, la querellante señaló que “los hechos de Ignacio sucedieron hace casi 39 años. Presenté una querella el año 2000, eso significa que hace 14 años que la familia está esperando justicia, pensamos que todos estos años que han pasado, la verdad es que no es justicia, ya que casi todos los familiares directos de Ignacio fallecieron, como su hermana que luchó toda vida: Guadalupe Ossa Galdames, que siempre participó en la Agrupación de Familiares de Ejecutados: La idea era hubiese estado acá en representación de su hermano fallecido y torturado salvajemente. Ese es el sentimiento que nosotros tenemos, quedó yo que soy la prima hermana, mi hermana que me acompaña y una sobrina de Ignacio que no pudo venir por razones laborales”.
El ministro Llanos condenó por el homicidio calificado de Ignacio Ossa a Manuel Contreras a 10 años y un día, Marcelo Moren Brito a 20 años y un día por los homicidios de Ossa, Iván Olivares y Pedro Labra y Miguel Krassnoff a 20 años y un día por los mismos ilícitos; Rolf Wenderoth, a 5 años y un día como cómplice del homicidio de Ossa. A Basclay Zapata a 15 años por los homicidios de Ignacio Ossa e Iván Olivares, a Fernando Lauriani a 5 años y un día como cómplice de homicidio.
Respecto a la demora en la aplicación de justicia, el Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar quien cayó detenido junto al catedrático Ossa, dijo que la demora en aplicar justicia “no me extraña considerando que la justicia chilena opera con parámetros que estaban muy determinados por la cercanía a la dictadura”.
“Posteriormente ha costado mucho que los abogados y los jueces chilenos tomen cartas en el asunto de manera responsable y que atiendan también a los derechos humanos como una cuestión fundamental en el dictamen de la justicia, así que no me extraña que es tarde pero de todas maneras a pesar de que son 39 años, estamos aquí no digo para celebrar, pero por lo menos hacer un mínimo de justicia en la memoria de Ignacio”, puntualizó.
Por su parte, Patricio Bustos, Director del Servicio Médico Legal, quien también estuvo detenido con el profesor Ossa, relató que fue compañero de celda con Gabriel Salazar y entre “el 20 y el 23 de noviembre de 1975 “le advertí a los guardias y a los torturadores que Ignacio Ossa estaba con problemas cardíacos y que si seguían torturándolo salvajemente con electricidad como lo estaban haciendo él, se iba a morir, no fui escuchado”.
“La lucha de los familiares y de los sobrevivientes, tiene que ver con la nobleza, con la verdad frente a algo que también se comenta estos días y es que los torturadores y asesinos no sólo negaban lo que ocurría sino que también inventaban, mentían, en el caso de Ignacio Ossa muere en torturas producto de la electricidad en Villa Grimaldi, toman su cuerpo lo botan en la calle y simulan un accidente de tránsito. Así fue la dictadura, no sólo la acción militar sino todas las acciones de encubrimiento hasta el día de hoy dificultan, pero no impiden avanzar en la verdad y la justicia”.
Alberto Rodríguez Gallardo, director de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi expresó que “esta justicia que ha demorado tanto tiempo en hacerse presente, nos parece que es la característica esencial de este tiempo, una justicia que tarda, una justicia que abarca a la cantidad de culpables que son la cúpula de la Dina, que suma una gran cantidad de sentencias y años acumulados.”
“En este minuto son 56 los militares que están cumpliendo penas en las cárceles especiales de este país y alrededor de 900 los diversos agentes del Estado que están siendo sometidos a proceso: Esperamos que prontamente salgan muchas más resoluciones como las que han aparecido el día de hoy como es el caso de Ignacio Ossa”.
Por su parte, José Moya Raurich, quien fue detenido junto con el académico del Instituto de Letras de la Universidad Católica, en la casa de sus padres, dijo que “gracias a ellos quizás yo soy un sobreviviente, porque al momento de la detención yo era militante clandestino, sin embargo cuando presentaron el recurso de amparo por Ignacio Ossa, me mencionaron y obligaron de alguna manera a que se reconociera mi detención”.
“Ese joven de 32 años era un brillante literato, un escritor, un poeta, cuya obra quedó inconclusa, sin embargo hay vestigios en distintas partes de Chile y del mundo y ojalá esto sirva para recuperar aquello que en aquella época él había creado, ojalá ese sea un mejor tributo para este joven luchador con el cual me tocó, compartir prisión y tortura”, concluyó Moya.