Declaración Pública del Colegio de Antropólogos sobre la Masacre en Gaza

Declaración Pública del Colegio de Antropólogos sobre la Masacre en Gaza

Por: El Desconcierto | 04.08.2014

logo col antropEl Directorio del Colegio de Antropólogos de Chile manifiesta su total rechazo a la invasión militar por parte del ejército israelí al territorio palestino de la Franja de Gaza. Consideramos inaceptable que la población civil sea víctima de una masacre que transgrede los principios básicos de los Derechos Humanos que la comunidad internacional ha instituido y que ningún Estado en el mundo puede pasar a llevar impunemente. Consideramos que en la región se están cometiendo crímenes de lesa humanidad que exigen el pronunciamiento de todos los actores de la comunidad internacional.

El derecho a la paz es de los pueblos. Ningún Estado conseguirá una paz duradera a través del crimen. Tampoco nos parece posible la existencia legítima de un Estado Palestino sin un Estado Israelí, tal como lo proponía el programa de partición de la ONU de 1947.

Manifestamos nuestra solidaridad con los cientos de miles de pobladores palestinos desplazados desde el comienzo de la ocupación colonial israelí en 1948. Consideramos inadmisibles las políticas de apartheid y boicot económico implementadas por el Estado de Israel y la escalada militarista que lleva a la humanidad a una encrucijada funesta en una de las regiones más significativas para la historia mundial y para diversas religiones.

El pueblo palestino vive hoy una situación de opresión que se asemeja a la de otros "pueblos rehenes" o "pueblos cautivos" de una violencia endémica de origen europeo-colonial. En la región habitan tanto la sociedad palestina local con su diversidad étnica y religiosa, como la sociedad israelí, también multiétnica y diversa en su afiliación religiosa. Ambos pueblos quedaron, desde el retiro del mandato colonial británico, prisioneros de líderes que han despreciado la vida humana y han estimulado el odio racista y religioso como causas políticas, militares e insurreccionales.

Hoy encontramos en el Estado de Israel la hegemonía de una ideología militarista y genocida, funcional a la política imperial militar de Estados Unidos que coacciona y hace cómplice pasivo al pueblo israelí en esta escalada criminal contra civiles palestinos. En este juego brutal de fuerzas dispares, Hamas utiliza la política de la asistencialidad a una población inerme que debe tolerar que se le haga partícipe pasiva de una guerrillerización de la sociedad.

Los señores de la guerra que desatan estos crímenes intentan, en su manejo mediático del conflicto, que la diversidad cultural, religiosa e ideológica de ambos pueblos se reduzca al imaginario de un conflicto racista entre judíos y palestinos. Este manejo comunicacional oculta que muchos judíos han cuestionado los crímenes contra la humanidad del Estado israelí y que, a su vez, muchos palestinos no se sienten identificados con ningún llamado a alguna guerra religiosa.

La antropología desde sus orígenes se ha opuesto, con argumentos científicos y humanistas, a toda forma de racismo. El célebre trabajo de Franz Boas “Arios y no Arios” restó toda legitimidad a las expresiones pseudocientíficas del nazismo. Del mismo modo, la antropología en Nuestra América ha sido un referente en la consideración del valor de nuestros pueblos originarios y ha permitido enfrentar el colonialismo y el etnocidio, poniéndose del lado de los sobrevivientes del proceso histórico que por fin hoy comienza a revertirse gracias al aporte de los movimientos sociales y los intelectuales comprometidos.

En Chile conviven pacíficamente ciudadanos de origen hebreo y palestino, e incluso ciudadanos de ambos Estados que residen en nuestro país. El aporte cultural y productivo que por generaciones han hecho a nuestra sociedad es indiscutible. Sabemos, sin embargo, que no pocos han sido alguna vez víctimas del racismo y la exclusión, en un país donde el etnocentrismo es potenciado por las diferencias de clase y la hegemonía oligárquica. Los funestos hechos que están sucediendo en Medio Oriente tienen un origen político y, en nuestra opinión, lejos de fomentar un racismo criollo deben apuntar a un movimiento solidario en el que todos podamos participar aportando a elaborar una perspectiva que permita abordar en forma enérgica y con altura de miras el repudio hacia las flagrantes violaciones de los Derechos Humanos y concretar acciones ciudadanas efectivas que detenga a ese dispositivo político militarista que menosprecia el valor del otro y de la vida humana.

Llamamos a todos los actores de la sociedad civil a una acción coordinada de solidaridad con el pueblo palestino y a exigir de nuestras autoridades políticas que pongan en funcionamiento todos los mecanismos de acción internacional a su alcance para acabar con el apartheid y el genocidio promovido por el Estado de Israel.

 

Directorio
Colegio de Antropólogos de Chile

 

                                                                                                                             Santiago de Chile, 2 de agosto de 2014