El debate que esconde Arturo, el oso polar más triste del mundo
Una fuerte campaña mediática se está llevando a cabo por diferentes organizaciones y personas para rescatar a Arturo, el último oso polar que sobrevive en cautiverio en Argentina. El animal se encuentra actualmente en el zoológico de Mendoza Alberto Oscar Duarte, y debido a una ola de calor ha tenido que soportar casi 40 grados centígrados.
Arturo es un oso polar de 400 kilos y 29 años, 20 de los cuales ha pasado tras las rejas. Es el único de su clase que sobrevive en el país trasandino luego de la muerte de Winner, en diciembre del 2012. en la capital argentina.
Debido a las pésimas condiciones de vida que posee el animal, el que ha tenido que soportar una fuerte ola de calor durante el verano recién pasado, muchas organizaciones han iniciado una campaña para trasladarlo hacia Canadá, en donde se esperaba pudiera pasar sus últimos días.
Sin embargo, la iniciativa llevada adelante por Greenpeace no pudo concretarse, y debido a su elevada edad, la vida para este animal se hace cada vez más difícil. Esto ya que el promedio de vida de los osos polares en cautiverio es de 30 años.
¿Zoológicos?
La campaña por trasladar a Arturo ha dado inicio a un debate mayor sobre la necesidad real de tener zoológicos en las ciudades, tal como pasa en Argentina. En nuestro país el Zoológico Metropolitano ha recibido varias críticas por organizaciones animalistas, especialmente por las condiciones en las que viven sus animales.
El último incidente del zoológico nacional se generó el 2012, cuando un funcionario fue atacado mientras alimentaba a un tigre blanco. La confusa situación que terminó con el animal abatido a tiros y con el trabajador herido de gravedad, dejo entrever nuevamente el problema de la tenencia de animales en cautiverio en zoológicos.
En la otra vereda se encuentra Costa Rica, quien durante este año se transformó en el primer país centroamericano en cerrar sus zoológicos.
Debido a su gran riqueza en cuanto a biodiversidad, las autoridades de Costa Rica han decidido cerrar dos instituciones para transformarlas en parques urbanos en donde los animales menos peligrosos puedan vivir libremente.
Las demás especies han sido trasladadas a reservas naturales, donde esperan reforzar su protección e instaurar una nueva política de apreciación de la biodiversidad. Costa Rica posee cerca del 4 por ciento de todas las especies del planeta, de allí la idea de proteger a su flora y fauna en su hábitat natural.
Un oso polar sin hielo donde ir
Otro de los problemas que esconde la campaña por Arturo es el hábitat natural que poseen los osos polares. Debido al cambio climático los hielos del Ártico se están derritiendo, causando un gran impacto sobre la fauna del sector, entre ellos el oso polar.
Según los escenarios más pesimistas entre los expertos, el hielo del Ártico podría desaparecer para el 2030, mientras dos tercios de los osos polares estarían extintos el 2050.
Actualmente se cree que existen cerca de 25 mil osos polares en todo el mundo, y aunque parezca extraño, debido a los riesgos que presenta la continuidad de la especie muchas organizaciones e investigadores estadounidenses ha propuesto llevar más individuos a los zoológicos, de manera de asegurar su supervivencia.
Es así como Arturo para estar condenado a una triste muerte en el mismo lugar que lo recibió 20 años atrás, donde han tenido que bañarlo constantemente para que pueda soportar las fuertes temperaturas ¿sucederá lo mismo con sus hermanos en el Ártico?