Invierno mundialero: La Fiesta y la Protesta
La paralización de los trabajadores del metro de Sao Paulo ha marcado el punto más álgido de los enfrentamientos entre civiles y policías. Las manifestaciones sociales del país carioca han dejado de ser un mito y se han vuelto parte de la antesala al millonario Mundial de fútbol que se realizará en el país.
Lo que a muchas organizaciones sociales les preocupa en Chile, es que sus demandas queden fuera de la discusión pública por la hipermediatización que tendrá todo lo que concierne al evento futbolero. Una situación similar vivieron los estudiantes que en 2010 intentaron movilizarse pero la euforia y la atención de la prensa se centró principalmente en la selección chilena y sus pormenores.
Sin embargo, este año ha sido distinto. Las manifestaciones brasileñas han abierto una nueva manera de acercarse a la realidad del país que acogerá la fiesta deportiva, una realidad que atraviesa la cotidianidad latinoamericana: el auge económico a costa de una tremenda desigualdad.
Este lunes, Santiago de Chile amaneció con tres protestas: una frente al edificio administrativo de AES Gener, que lleva a cabo el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo. Los trabajadores de la AFP Habitat y los del Hogar de Cristo también se sumaron a las movilizaciones en demanda por mejoras salariales y calidad del trabajo.
Llama la atención que en la semana previa al mundial existan llamados a movilizaciones de distintos sectores. Están convocadas tres marchas masivas: los estudiantes saldrán a las calles el martes en la mañana y los ambientalistas contra Hidroaysén harán lo suyo el mismo día a las 18:00 horas. El miércoles hay un llamado abierto de la ciudadanía capitalina para manifestarse en contra de las alzas del precio del pasaje del Transantiago, y en la tarde se espera un cacerolazo en las cercanías de todas la estaciones de Metro.
El pasaje de la locomoción colectiva es equivalente al 20% del salario mínimo chileno. Una suma excesiva desde el punto de vista de quienes llaman a movilizarse. En tanto, los estudiantes aseguran que la reforma educacional no iría en el sentido favorable, ya que no elimina el mercado de la educación y no favorece el crecimiento de la educación pública. Los ambientalistas esperan hacer presión ante la sesión del consejo de ministros que zanjará la continuidad del mega proyecto hidroeléctrico.
Diversos ámbitos del desencanto social se conglomeran ante un Chile de la Nueva Mayoría; un año que ha sido comprometido por el Gobierno como el puntapié de grandes reformas pero que hasta el momento no han convencido a todos los sectores del país. En este contexto se acerca el mundial, pero al parecer, también las movilizaciones y esto no es más que el reflejo del misticismo latinoamericano, una exquisita combinación entre fiesta, pobreza y protesta.