“Papas Fritas” defendió su obra: “Esto no es broma y no es un juego”
A través de un comunicado público y en contacto exclusivo con el medio, el artista visual agradeció a quienes han apoyado su intervención y aclaró algunos puntos en torno a su performance.
En primer lugar, Papas Fritas señaló que “se quemaron los pagarés originales de la Universidad del Mar de todo Chile”. En este sentido, el artista recordó que el propio rector ha reconocido que los documentos se encuentran extraviados.
“El sistema jurídico y especialista asumen que los estudiantes deben declarar (de iniciarse una acción civil) y decir si tienen o no deuda. Es claro que los alumnos de la Universidad del Mar deben decir que “no” y el trámite se simplifica, y serán libres de las deudas que hace días los oprimían”, argumentó.
Además de llamar a unificar fuerzas, el artista señaló que los delincuentes “siguen siendo los acreedores”. En tanto, apeló al ministro Eyzaguirre por no haber otorgado declaraciones respecto a los 500 millones de dólares en deuda que habrían sido incinerados en su obra.
“El corpus de esta obra muere, en el momento de que la revolución social sea efectiva. Exijamos que el Estado nos entregue una respuesta real. Libere de deudas, que amparó y promovió, a las miles de familias estafadas por este lucro ilegal, indemnizándolas. Aseguremos el derecho al conocimiento y al estudio en una pluriversidad, reconociendo con ello a todos los pueblos que habitan tanto este territorio como los demás”, declaró en su comunicado.
Francisco Tapia recalcó que su obra no es una broma, ni un juego, y pidió evitar ser transformado en un héroe o un mártir a raíz de su intervención artística. Por otra parte, el artista criticó la reacción de las autoridades del GAM que no defendieron su instalación al momento del arribo de la Policía de Investigaciones al lugar.
“Es tremendamente lamentable que a pesar de que un grupo de personas que trabajan en el GAM que apoyaron la defensa de mi obra de principio a fin, otros, como el área jurídica de dicha institución, permitiese que la Policía de Investigaciones, fuese a incautar mi obra, violando mi derecho constitucional y profesionalmente a mi trabajo como artista visual, el de todos los interpelados, y por sobre todo, un proceso jurídico transparente. Usaron los clásicos trucos que suele usar en casos como estos, ayudándose de la intimidación y el montaje. En dicha incautación nunca hubo una orden de un juez”, señaló.