Nuevo sistema electoral: límites y oportunidades
Para medir la representatividad establecimos un índice que llamamos Distorsión, que es el resultado de la diferencia entre el porcentaje de votos obtenidos y el porcentaje de diputados electos por lista. Si la Distorsión es positiva significa entonces que tal la lista está sobre-representada mientras que cuando la Distorsión sea negativa la lista estará sub-representada.
Por su parte, la inclusividad estará dada por la cantidad de Diputados extra-duopolio que son electos en cada uno de los sistemas.
En la Tabla 1 se muestran los resultados reales del año 2013 ocupando el sistema binominal. Es observable que las dos únicas listas sobre-representadas son las de la Nueva Mayoría y la Alianza. Al sumar ambos índices de Distorsión (8.13 y 4.59) obtenemos que el duopolio tiene una sobre-representación de 12.72%.
En cuanto a la Inclusividad se observa que fueron electos 4 diputados por fuera del duopolio.
Tabla 1. Distorsión por coalición sistema binominal 2013
De esta forma, si el nuevo sistema electoral fuera proporcional e inclusivo, cabría entonces esperar que el Índice de Distorsión del duopolio disminuyera mientras que el número de diputados extraduopolio aumentara.
La Tabla 2 presenta los resultados que se habrían obtenidos en las elecciones del 2013 si se hubiese usado el nuevo sistema propuesto y calculamos el índice de distorsión resultante. Para el modelamiento usamos los datos reales obtenidos por cada lista, agrupamos los resultados según la nueva distribución distrital y calculamos el número de diputados que habría sido electos usando el sistema d´Hont propuesto por el gobierno.
Tabla 2. Distorsión por coalición nuevo sistema electoral
Como se observa en la Tabla 2, con el nuevo sistema electoral, el duopolio mantiene un alto índice de Distorsión. La lista de la Nueva Mayoría aumenta a un 8.43%, mientras que la lista de la Alianza disminuye levemente a un 4.40%. Sumando ambas cifras, el índice de sobre-representación del duopolio, lejos de disminuir, aumenta a un 12.83%.
Por otra parte, al analizar la inclusividad se observa que con el nuevo sistema electoral las listas extra-duopolios sólo aumentan en un diputado electo, correspondiente a Marisela Santibáñez (PRO) en el nuevo distrito 14. Cabe recordar que en las elecciones recién pasadas, Marisela Santibáñez obtuvo la primera mayoría de su distrito y sin embargo, por el efecto perverso del sistema binominal, no resultó electa.
Por lo tanto, podemos concluir que el nuevo sistema electoral corrige escasamente los niveles de inclusividad ausentes en el sistema binominal sin alterar favorablemente el índice de Distorsión.
Con lo anterior se confirman nuestras conclusiones preliminares presentadas en “Binominal: de la falsa democracia a la democracia incompleta”: el sistema electoral propuesto mejora la proporcionalidad pero sólo entre las listas del duopolio manteniendo la exclusión de las minorías.
Oportunidades para los sectores progresistas y de izquierda extraduopolio
Ahora bien, al hacer un nuevo modelamiento, esta vez en un escenario simulado agrupando las votaciones de los partidos y coaliciones extraduopolio (PRO-PL, PH e Igualdad) en una sola lista, nos encontramos con variaciones significativas tanto en los niveles de inclusividad como representatividad. Los resultados se entregan en la siguiente tabla:
Tabla 3. Distorsión coalición PRO-PH-IGU con nuevo sistema electoral
Queda en evidencia que la distorsión disminuye considerablemente. En efecto, La Nueva Mayoría baja cerca de dos puntos porcentuales su nivel de distorsión quedando con un 6.49% de sobre-representación. Mientras que la Alianza disminuye cerca de cuatro puntos porcentuales con un 1.18% de sobre-representación. Así, en este escenario el duopolio baja a un 7.67% su sobre-representación, no obstante la lista simulada PRO-PH-IGU mantiene una sub-representación significativa de un -5.12%.
Respecto a la inclusividad, la suma de la votación de estas tres listas permitiría la elección de 10 diputados, lo que suma un total de 13 diputados electos por fuera del duopolio. Esto se explica pues, tal como lo planteamos en nuestra anterior columna, el umbral de entrada de aquellos distritos con 8 diputados está en el orden del 10% y de un 12% para aquellos que eligen 7. Además, como estas tres listas suman un 11.57% a nivel nacional, quedan justo en el umbral, permitiendo la elección de 8 diputados adicionales comparados a los 2 que obtienen por separados en el escenario anterior.
En conclusión, el nuevo sistema electoral propuesto permitiría una representación parlamentaria significativa (aunque subrepresentada) para una lista extraduopolio que alcanzara una votación superior al 11% a nivel nacional, bajando – además - considerablemente el índice de distorsión.
Pese a lo anterior, reafirmamos la necesidad de integrar al sistema electoral mecanismos de entradas para aquellos sectores que no logran representación pues hay un principio que se olvida en estas discusiones: La democracia es el gobierno de las mayorías con el respeto y la participación de las minorías. En algunos sistemas democráticos tal mecanismo está fijado en torno al 2%, 5% ó 7% de la votación nacional, siendo ésta una discusión necesaria de instalar en la agenda pública.
Finalmente, es importante señalar que esta columna es un adelanto de un estudio más profundo que publicaremos más adelante. Sabemos muy bien que en política lo electoral no es aritmético y que en ningún caso es posible conocer los resultados precisos previa aplicación de una norma. Sin embargo, conociendo las limitaciones de cualquier modelo, el ejercicio realizado es un aporte para la discusión, permitiendo dimensionar los límites y los nuevos escenarios que se abren para los sectores extra-duopolio con la propuesta de modificación del sistema binominal.