Movilización en Copesa: "Las condiciones en las que trabajan los periodistas son increíbles"
- Algunos de los aspectos que mencionan para esta movilización como trabajadores de Copesa es que en el último año han sufrido un proceso de precarización laboral, ¿En qué se refleja eso y cómo incide en ello la crisis del Grupo Saieh, controlador de Copesa , que vive desde el año pasado?
"El año pasado fue tremendamente impactante para los trabajadores de Copesa. Hubo muchos despidos, la planta pasó de unos 1.800 a 1.300 trabajadores, y afectó prácticamente a todas las áreas de Copesa, tanto en distribución como periodísticas. Eso también ha derivado en un clima laboral muy malo, enrarecido, y ha crecido la tasa de movilidad dentro de la empresa. Cada vez más gente se va despedida o por razones propias, y eso es por el clima que hay. Obviamente esta lógica obedece a manejos ejecutivos que no han sido los más adecuados, y precisamente ahora vemos que a pesar de todo un año de despidos, donde muchos periodistas han asumido funciones con mucha menos gente de la que había en sus redacciones, además ahora la empresa aduce problemas de caja y de falta de recursos para poder responder mejor al proceso de negociación colectiva que estamos llevando".
"Lo que nos molesta son las malas señales que la empresa está dando, porque ha habido una mala voluntad para acceder al petitorio, al proyecto de contrato que nosotros hicimos, y que es un proyecto que creemos que no escapa a la realidad de lo que pueda hacer Copesa, un grupo que aglutina a los principales medios de comunicación de Chile, y que dentro de su visión corporativa quiere ser uno de los principales generadores de contenido de calidad en Chile. Creemos que esa lógica de querer ser los mejores, también tiene que traducirse en que las ganancias y la torta también le lleguen a los trabajadores. En ese sentido, también está presente la crisis que ha tenido Álvaro Saieh, especialmente con SMU, y entonces es lógico preguntarse si el señor tiene para meter dinero de manera constante a lo que es el hoyo financiero que tiene en SMU, también debería tener la misma voluntad para meterse la mano en el bolsillo y dar un contrato colectivo que sea un poco mejor que el que ya tenemos vigente".
- ¿Cuáles son los aspectos más importantes de este proceso de negociación colectiva que están llevando con la empresa?
"En estos momentos, lo que pedimos es que haya un aumento en la remuneración real, que es algo que ya está presente en el actual contrato, y que establece un sistema de tramos, es decir con trabajadores que ganan hasta 900 mil pesos, otros entre 900 y un millón 300, y otros por sobre eso. El problema que hemos visto dentro del Grupo Copesa es la gran disparidad que hay con el tema de los sueldos. Hay muchos periodistas que por cumplir la misma función de una redacción a otra, hay diferencias de hasta el 100% del sueldo o más. Bajo esa lógica, nuestra movilización se enfoca en las rentas más bajas, y en ese sentido, pedimos un aumento importante de parte de la empresa, que es un aumento real de 60 mil pesos para los trabajadores que ganan menos de 900 mil, y que es en gran medida el grueso de los trabajadores que tiene la empresa".
"También pedimos que en el contrato de los días domingo, nosotros no tenemos un contrato donde se nos pague el día sábado, se bonifica el domingo con un 2% de nuestro sueldo. Lo que pedimos es que se bonifique con un 6% para el mismo tramo anterior. Esto va más allá de los montos, porque muchas veces se pueden prestar para malas interpretaciones. Eso ya estaba presente en el contrato colectivo actual, pero se calculaba sobre la remuneración, que es todo lo que cada trabajador gana, y lo que queremos es que se haga a partir del sueldo base. Porque la mayoría tiene un sueldo base bajo, pero éste aumenta con el bono de propiedad intelectual -que son cerca de 100 mil pesos-, con la extensiones -que son los vales de sobre horas que la gente hace y que si son diez son cerca de 100 mil pesos más-, y además están las gratificaciones, que anda casi en la misma línea. Hay una lógica que hace ver los sueldos más altos de lo que son, e históricamente se ha manejado así. Todo esto lo tenemos que negociar y hemos visto una muy mala disposición de parte de la empresa para avanzar con rapidez en este tema. La gente ya no se compra la crisis, porque nadie entiende que seamos tratados de forma distinta a las otras empresas en las que tiene acciones el señor Saieh".
"A todo esto se suma el truncado proyecto de 3TV, que generó pérdidas altísismas en el estado de resultados de la compañía, y precisamente eso generó el proceso de racionalización, como le han llamado al despedir gente y cortar gastos por todos lados. Esa lógica se quiere mantener a las peticiones de los trabajadores, y nosotros creemos que las malas decisiones de los ejecutivos no tienen por qué pagarlas los trabajadores".
- Este contexto de movilización se enmarca en un mercado laboral donde los medios de comunicación han destacado por no ser los mejores empleadores, con despidos masivos, y en años anteriores eso se graficó con paros en El Mercurio de Valparaíso, en Radio ADN y hasta en Canal 13. Todas ellas pasaron un poco inadvertidas, ¿cómo quieren enfrentar un escenario donde es difícil para los periodistas y trabajadores de los medios en general que sus demandas sean cubiertas por otros medios?
"Hay una responsabilidad importante en esto. Movilizaciones como la que vivió El Mercurio de Valparaíso juegan un poco en contra, porque obviamente está el miedo a que ocurra lo mismo que les pasó a ellos, pero esas eran otras condiciones, con un grupo de trabajadores más pequeños, hubo capacidad para poner reemplazos y para finalmente aplastar a los trabajadores. Creo que ahí se le hizo un daño tremendo a los trabajadores, porque las condiciones de precarización en las que trabajan los periodistas son increíbles. En ese mismo sentido, si uno revisa lo que pasa con los colegas de radios y de diversos medios, también vemos a muchos colaboradores. Acá sucede lo mismo. Y creemos que este tema hay que transparentarlo. Como dirigentes, tenemos la responsabilidad tremenda de que los trabajadores de Copesa avancen, en todos sus medios. Y esto no es sólo para nosotros, sino para los colegas que van entrando a Copesa y lo hacen con sueldos mucho más bajos que lo que anteriormente se pagaba".
"Hay toda una tarea de rearticulación pendiente, porque la gente asocia al periodismo un poder súper fuerte en términos mediáticos, pero toda esa fuerza que los medios tienen en teoría, vemos que no aplica al poder que ellos tienen para negociar condiciones mínimas y dignas de trabajo. Ese es un tema complicado, que tiene muy poca cobertura, y en ese sentido agradezco el llamado, porque hay una necesidad de aprovechar los espacios que se nos entrega para dar a conocer las condiciones laborales de los periodistas, que en ningún caso escapan a las lógicas de los problemas que la gente tiene en cualquier otro oficio o profesión. Los periodistas no somos distintos de otros trabajadores. Son las mismas lógicas, sólo que con las características periodísticas que son distintas. Nosotros negociamos las extensiones de horas, los viáticos, propiedad intelectual, etc. Son otras cosas pero que están bajo la misma lógica de negociación, en donde nos encontramos en un mismo escenario, donde los dueños de las empresas no valoran a los trabajadores, que son los principales activos de sus empresas".
- Muchas veces se cubren pautas sobre derechos laborales, con autoridades que dicen que todos los abusos se deben denunciar, pero los periodistas somos uno de los gremios que menos capacidad tiene de negociar colectivamente para mejorar sus propias condiciones laborales, ¿Hay allí una paradoja para los periodistas como gremio?
"Claro que sí, pero ahí entramos a hablar de las lógicas del poder. O sea, en este caso estamos hablando de un duopolio en la prensa escrita, y ahí entramos a la concentración de los medios de comunicación en Chile, que es tremenda. También está el tema de los vacíos legales que existen para que los empresarios manejen una serie de actividades o áreas productivas, y también tengan participación de los medios que, precisamente, hablan sobre las lógicas que se generan sobre los marcos regulatorios que tiene los mercados de los que ellos participan. Y eso es en parte por un vacío legal, pero también por cómo está orientado el modelo económico chileno. Ahí, en el tema de poder, vemos que si los medios no hablan ni siquiera de las huelgas o movimientos sociales que se hacen en otras áreas productivas, y si además lo plantean como una burla cuando los trabajadores logran un buen contrato en el área del cobre, sin ser capaces de situar el contexto de la capacidad productiva y cómo son esos trabajadores los que generan la riqueza, vemos que la falta de voluntad para plantear las luchas de los trabajadores que no tienen que ver con lo periodístico, es aún más grande el vacío que hay para que los medios hablen sobre los periodistas. Allí hay un pacto de caballeros entre las grandes empresas para no tocar al otro, por lo que es ilógico que El Mercurio hable de los proceso de negociación en Copesa, y viceversa".
"Esa lógica que es la del poder, y la única forma que tenemos de romperlo es a través de la organización, de los medios de comunicación alternativos, de los que sí le dan cobertura al movimiento social. Pero si los medios siempre tratan de cuestionar lo que el mundo social trata de hacer, replicando que los gobiernos y empresarios no pueden guiarse por lo que la calle dice -porque ese es el argumento-, en el fondo esa lógica aplica para todo, y a eso escapa la voluntad por decir lo que pasa con los periodistas. Por eso es bueno situarlo en su contexto: en la gran mayoría de los medios de comunicación hay precarización, pocos son los que tienen una buena o aceptable condición laboral, y por eso la importancia de los proyectos colectivos como el único instrumento que permite negociar para todos, y que a todos les llegue a algo. Por eso el contrato colectivo que estamos negociando, queremos algo mejor de lo que tenemos, porque es nuestra responsabilidad con nuestros socios pero también para los que vienen a nuestra empresa, y también para los colegas de otros medios que seguirán este proceso, tal como lo hicieron con los colegas de ADN o con los de El Mercurio de Valparaíso".