Autopista Vespucio Oriente: los altos costos del progreso en la ciudad

Autopista Vespucio Oriente: los altos costos del progreso en la ciudad

Por: El Desconcierto | 19.12.2013

VespucioEs una de las obras más ambiciosas que se construirán en Chile en los próximos años. La autopista Américo Vespucio Oriente pretende unir El Salto,  ubicada en Huechuraba, con la Avenida Príncipe de Gales en La Reina. Una extensión total de 9,3 kilómetros que podrán ser recorridos en ocho minutos.

Si las obras se concretan tal como las ha planeado el gobierno, la autopista debería ser inaugurada en el  2020. Sin embargo, previamente, el Ministerio de Obras Públicas debe encontrar la propuesta constructiva adecuada para levantar el tramo Príncipe de Gales – Grecia, cuya licitación fue abierta recientemente.

Hasta ahora, no obstante, el proyecto ha encontrado en los vecinos de Peñalolén y La Reina a férreos opositores. Sobre todo después de que, durante el 2012, el diario El Mercurio filtrara que el ministerio encargado tenía la idea de expropiar 500 viviendas para lograr concretar la construcción.

“En este país se hacen proyectos a espaldas de la gente, uno se entera por una filtración del diario El Mercurio de que pasará una enorme carretera por arriba de la casa de uno”, comentó Nuriluz Hermosilla, vecina de La Reina.

La críptica política del Estado y las dificultades en el acceso a la información sobre la autopista, lograron provocar la indignación y organización de los habitantes de ambas comunas, agrupados en la Coordinadora Vecinal de Peñalolén y la Coordinadora Vecinal de La Reina.

 

La jugada del Gobierno

Los vecinos aún tienen en mente el acuerdo firmado por la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, quien alguna vez les aseguró que no se realizarían expropiaciones. Sin embargo, según cuentan, en una reunión de la Cámara Chilena de la Construcción, el presidente del gremio, Daniel Hurtado Parot, realizó una crítica a los opositores de los grandes proyectos del gobierno y dijo que ya estaba bueno de escuchar a unos pocos.

“Ahí mencionó el Puente Chacao y la autopista y se sube Piñera al escenario y le dice que le encuentra toda la razón. Ahí nos vinimos a enterar de que no nos podíamos ir para la casa”, reflexionó Hermosilla.

Por ahora, los vecinos observan y analizan las diversas estrategias de las autoridades, que han tomado la polémica decisión de licitar la construcción de la autopista según tramos. Algo que muchos actores sociales miran con suspicacia.

“Ya licitaron una parte de la autopista, entonces cuando eso esté terminado, ahí sí que habrán razones técnicas de peso para que la única forma de hacerlo sea pasando por nuestra comuna”.

“Ya licitaron una parte de la autopista, entonces cuando eso esté terminado, ahí sí que habrá razones técnicas de peso para que la única forma de hacerlo sea  pasando por nuestra comuna”, explicó Hermosilla.

A sus palabras se sumó Patricio Herman, arquitecto y presidente de la agrupación Defendamos la Ciudad, quien señaló que “una obra de esta envergadura no se debe fraccionar, se tiene que licitar y debe entregarse al ganador de la licitación como una sola obra. Además, necesita contar con un estudio de impacto ambiental que no existe”.

 

Cuestionando el modelo

La autopista Américo Vespucio Oriente será la más cara de la capital, con un valor promedio de 120 pesos por cada kilómetro, más del doble del precio recorrido en Costanera Norte o en la Autopista Central. Además, tendrá un costo de 926 millones de dólares para el Estado.

La irrupción de la obra en las diversas localidades ha despertado un debate respecto de lo necesarias que son efectivamente estas iniciativas, agrupadas bajo el concepto de progreso y modernización de las ciudades.

“Creo que las autopistas interurbanas son necesarias, pero las autopistas urbanas no son necesarias”, opinó Herman, agregando que el gobierno de Piñera cometió un error garrafal al entregar a privados la explotación del negocio.

Según el arquitecto, el Estado chileno ha estado regalando el negocio de la construcción de obras públicas a las compañías concesionarias extranjeras, principalmente españolas.

Para los vecinos, especialmente aquellos de la tercera edad, la noticia de la autopista ha sido una verdadera tragedia. En tanto, desde la perspectiva de la partipación ciudadana, ninguna autoridad se ha acercado hasta el momento a conocer sus historias en el territorio o a consultar sus opiniones. Eso, como ellos mismos señalan, pese a que por ser parte de la clase media acomodada del país, las autoridades les han prestado más atención que a sus vecinos de Peñalolén.

“Ellos trabajan y todo este modelo de desarrollo, con una suerte de iconografía, de imaginario de lo que es el futuro, que es como en los supersónicos, con todo lleno de autopistas, vehículos, y ese es el futuro. Nosotros como vecinos estamos por un desarrollo a escala humana”, argumentó Hermosilla.