El misoprostol es el medicamento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para interrumpir los embarazos de manera segura, y hace pocos días se conoció que, pese a que el proyecto que legaliza el aborto no fue aprobado en el Senado, Argentina está de todos modos un paso más cerca de poder brindar su acceso.

Esto debido a una decisión de la Autoridad Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT), que autorizó a Laboratorios Domínguez, una empresa nacional con más de 100 años de trayectoria, a producirlo en una concentración que pueda utilizarse con fines gineco-obstétricos, aunque solo para uso hospitalario por el momento.

A través de una disposición, el pasado 2 de julio la ANMAT autorizó la nueva concentración de Misoprostol 200 ug, de forma farmacéutica en comprimidos vaginales.

La directora técnica de Laboratorios Domínguez detalló a El Cronista que estiman que antes de fin de año podrán producir el medicamento y que se presentarán en las licitaciones que presente el Ministerio de Salud para la compra de la droga.

En la actualidad, el misoprostol se consigue en las farmacias argentinas en una sola presentación, combinado con diclofenaco y es producido por un solo laboratorio. Además, el medicamento (cuyo nombre comercial es Oxaprost) no está autorizado con fines ginecológicos sino para uso gástrico.

Con esta decisión, se avanza en la salud de las personas que quieran abortar, ya que podrán contar con un medicamento especialmente desarrollado y orientado al uso ginecológico, tal como recomienda la OMS.

Sin embargo, si bien desde distintas organizaciones feministas calificaron el hecho como una buena noticia, del mismo modo recalcaron que mientras no se pueda conseguir en farmacias, no tocará los mercados clandestinos debido a que el precio se fija únicamente para hospitales.