Marchas por la diversidad sexual: Jóvenes educados y politizados pero no “partidizados”
Las grandes manifestaciones son algo habitual en el Chile de la última década, pero sabemos poco sobre los manifestantes. ¿Cuáles son sus características demográficas, sociales y económicas? ¿Qué piensan sobre la política? ¿Qué los motiva a protestar? ¿Cómo se informan sobre las manifestaciones, y con quién asisten? Con el apoyo de FONDECYT y COES, durante los dos últimos años un equipo chileno-argentino realizó encuestas a participantes en diversas manifestaciones de ambos países para responder estas preguntas empleando una metodología desarrollada por la red internacional Caught in the Act of Protest (www.protestsurvey.eu).
En ocasión de la Marcha del Orgullo del domingo pasado, que celebró la diversidad sexual en varias ciudades de Chile, repasamos resultados de la encuesta que realizamos en dicha marcha de Santiago en 2016. En aquella ocasión participó un público joven (29 años en promedio), con cierto predominio de hombres (60%), y con alto nivel educativo (65% con educación terciaria).
¿Cómo se relacionan los manifestantes con la política? Encontramos un público altamente politizado pero que recurre poco a los partidos políticos y canales institucionales. Por ejemplo, solo el 28% se siente cercano a un partido político, menos del 10% participa en uno, y menos de la mitad votó en las elecciones presidenciales de 2013. Para rematar, el 92% considera que “Muchos políticos hacen muchas promesas pero no hacen realmente nada”.
Sería un error calificar a estos manifestantes como despolitizados. La mitad declara tener “bastante” o “mucho” interés en la política y habla “seguido” o “muy seguido” de política con amigos, familiares o colegas. El 82% se identifica con alguna postura política en la escala izquierda-derecha, proporción muy superior a la que revelan las encuestas a población adulta nacional. No casualmente, dos tercios dicen que durante su niñez y adolescencia se hablaba de política en su casa “a veces”, “seguido” o “muy seguido”.
A esto se suma un intenso activismo social. Casi 9 de cada 10 encuestados asistió a otras manifestaciones durante el último año – habitualmente a más de una – y entre un 20% y un 30% participó en otras formas de protesta como huelgas, boicots comerciales y firma de petitorios (lo que está muy por encima de las cifras para población general). Esta “politización despartidizada” parece ser característica del Chile actual, en particular de muchos de sus jóvenes.