Conscientes de que llegará al poder el próximo 11 de marzo y que entonces la agenda legislativa estará en sus manos, el presidente electo Sebastián Piñera acordó con los principales dirigentes de Chile Vamos el rechazo de la derecha a los proyectos de ley que el actual gobierno busca aprobar de cara a sus últimos meses.

Dirigentes de la UDI, RN, Evópoli y el PRI, además de personeros propios del piñerismo, como Andrés Chadwick, Cecilia Pérez, Gonzalo Blumel y Juan Francisco Galli se hicieron presentes en la cita en Apoquindo 3000.

Piñera entregó un documento donde se analiza la agenda legislativa que fue priorizada por la actual mandataria, Michelle Bachelet. “Fue una reunión donde vimos la agenda legislativa y donde empezamos a ver cómo nos proyectamos para adelante”, aseguró la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.

El presidente electo fue particularmente crítico con los proyecto de reforma al sistema de pensiones -tres iniciativas distintas que buscan aumentar las cotizaciones con carga al empleador en 5 puntos- con la reforma a la Constitución -específicamente el capítulo XV, que define los mecanismos propios de cambios a la Carta Magna- y el proyecto de Ley de Identidad de Género, que se discute en la Cámara de Diputados con carácter de inmediato.

La decisión del piñerismo es clara: Que todos los parlamentarios de Chile Vamos rechace cada una de estas iniciativas, calificadas el día de ayer como "malas" por el mandatario electo.

"El gobierno no aprendió nada de la última elección, perdieron e insisten en improvisar en proyectos legislativos relevantes. Pretender avanzar en proyectos como nueva Constitución o pensiones es insistir en la improvisación”, afirmó el presidente de RN, Cristián Monckeberg.

En Chile Vamos sacan cuentas alegres. Sin sus votos, la última ofensiva legislativa de la Nueva Mayoría será un fracaso.