"Quiero que todos conozcan mi verdad": La declaración de Nabila Rifo ante un país que juzga

Por: Antonia Orellana | 23.03.2017
La sobreviviente llegó hasta el Tribunal de Garantía para prestar declaración ante los jueces. Ella misma tomó la decisión de que la audiencia sea televisada y no dudó sobre la culpabilidad de Mauricio Ortega.

A sala llena se dio la novena jornada de audiencias en el juicio oral contra Mauricio Ortega, único imputado por los delitos de femicidio frustrado, agresión sexual y mutilación contra Nabila Rifo el 14 de mayo de 2016. Pasadas las 9 de la mañana, la sobreviviente llegó hasta el Tribunal de Garantía para prestar declaración ante los jueces.

Por más de dos horas, con un receso incluido, la joven de 29 años relató la historia de su relación amorosa con Mauricio Ortega, el trato que sufrió en esta y la noche en que fue agredida. De acuerdo a la ley, todas las audiencias son públicas y sólo el tribunal tiene la facultad de decidir que no se transmita. Las abogadas querellantes del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameg) y el Ministerio del Interior se mostraron contrarias a que la audiencia fuera televisada, mientras que la Defensoría Penal Pública, a cargo de representar a Ortega, se mostró a favor de que fuera privada, pero pidió que fuera la víctima quien decidiera.

"Quiero que todos conozcan mi verdad", fue la frase de Nabila Rifo que marcó el inicio de su declaración. Y si bien el Sernameg e Interior argumentaron a favor de la privacidad de la víctima y sus hijos, fue ella quien tomó la decisión. Su testimonio se extendió por cerca de tres horas.

En la primera parte dio un relato detallado de lo que fue su vida junto a Mauricio Ortega, explicando que "siempre fue mala, siempre fue frío, calculador, yo todo lo hacía mal, él me humillaba, él solamente hacía las cosas bien", detallando además la agresión sufrida en 2015, cuando Mauricio Ortega ingresó a su hogar con un hacha, delito que terminó en un procedimiento de suspensión provisional a cambio de que el agresor se tratara sicológicamente.

La parte central del relato fue la relativa al 14 de mayo, cuando distintos amigos de Ortega llegaron hasta la casa en común. Un punto clave fue que la mujer descartó haberse cortado en ese momento, justificación que Mauricio Ortega dio al hecho de tener sangre de ella en la ropa usada esa noche. La agresividad de su ex pareja, según Nabila Rifo, inició cuando tuvo una pelea con uno de los asistentes.  "Ahí Mauricio se enojó. Y yo le dije que él me debía un dinero. 'Siempre me haces lo mismo. Si te tengo el refrigerador lleno de carne, que más querés', dijo él y se enojó más. (...) Comenzó a golpear las paredes, la lavadora, la puerta. Ahí comenzó a quedar la embarrada: 'puta de mierda, malagradecida, deberías irte'", declaró.

Según relató Nabila, luego que las dos últimas personas que quedaban en la casa se fueron, Mauricio nuevamente la insulta y le pega, a lo que ella decide retirarse hacia la casa de su madre, a lo que él la siguió. "Quería que nos arregláramos", contó, recordando que "Mauricio me pegó en la cabeza con una piedra muy grande". "Cuando me pega la primera vez con el golpe, me botó en el pasto, después me pega tres veces más. Él se va y yo me hago la muerta para que no me siga pegando", detalló.

Lo que viene al despertar

La sobreviviente no sólo contestó respecto a esa noche. También relató su confusión inicial al despertar en el Hospital de Asistencia Pública, ex Posta Central. Fue en ese momento en que, en una de sus primeras declaraciones ante funcionarias, exculpó a Mauricio Ortega, punto que ha sido relevado insistentemente por la defensa.

Al respecto, Rifo señaló que “quise defenderlo diciendo que fue otra persona. No lo quise culpar a él, yo quería que me explicara qué había pasado”, añadiendo que "la historia del metalero es absurda", en alusión a lo que relató sobre un intento de agresión sexual en su idea inicial de proteger a su ex pareja.

Cuando llegó el turno de la Defensoría Penal Pública la palabra la tomó el abogado Fernando Acuña, que ha sido insistentemente criticado por organizaciones como la Red Chilena contra la Violencia por su errático actuar a lo largo del caso. Esta vez, y pese a que su tono estuvo más comedido y deferente hacia la víctima, causaron polémicas preguntas relativas a la vida sexual de la mujer e incluso las prácticas en torno a ella.

Según Acuña, esto tiene que ver con la tesis alternativa del caso que ellos plantean en defensa de Ortega: una posible agresión sexual por un tercero desconocido. "La defensa no tiene mayores argumentos, por lo que la técnica interrogatoria pretende confundir a Nabila saltando de un registro y fecha a otro", explica Lorena Astudillo desde la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.

La abogada, que se reunió con la sobreviviente la semana pasada en el marco de una campaña de respaldo para Nabila Rifo sostenida por la Red Chilena y colectivos feministas locales, cuestionó que la transmisión televisiva de la audiencia constituya de por sí revictimización. "A mi me parece que muestra la convicción del Ministerio Público de que el relato de Nabila es la verdad", explicó.

Para la experta, "hay muchas formas en que las mujeres que han sobrevivido se reparan. Nabila sabe que ha sido enjuiciada públicamente y para ella contar la verdad, que no hablen por ella sino que ser su propia voz, mostrarse segura de sí misma, es un acto reparatorio. Es emocionante porque estuve hace una semana con ella y la veo con ganas de tener fuerza", sentencia.

Según Lorena Astudillo, Nabila Rifo "no ha mentido porque incluso ha contado cosas que sabe pueden ser motivo de juicio moral hacia ella, como decirle un garabato a un tipo, una relación sexual, etc. Este es un pequeño acto de reparación consigo misma y ahora el acompañamiento sicológico será clave".