"Es un dolor que no puedo expresar en palabras. Les pido que se pongan en nuestro lugar y cuando esto explote, contribuyan a denunciar cada ataque". Con esas escuetas palabras se refirió la cuenta de Facebook de la ex panelista de "Mucho Gusto", Karen Bejarano (otrora conocida como "Karen Paola"), respecto al robo y posterior filtración de imágenes íntimas que actualmente circulan por la web.

El mensaje habría sido escrito por su marido, Juan Pedro Verdier, quien añadió un post de su cuenta personal donde señala que su familia está siendo víctima de un ataque digital y que, sin entregar detalles del tenor de la información robada, el ex Mekano contó que él y su esposa llevan días "corriendo por Santiago intentando llegar a una solución".

"Lamentablemente la ley no nos ha podido ayudar, los archivos comenzaron a ser publicados y el daño irreparable a nuestra familia está hecho", dijo Verdier, quien se sumó al llamado realizado por su esposa y pidió a sus seguidores denunciar las imágenes y no continuar con su difusión a través de Internet.

"Cada uno de ustedes tiene la opción de comentar, difundir o hacer humor de estas imágenes y de esta situación, sepan que nuestra vida ha sido herida como nunca antes había ocurrido", sentenció.

Filtrar fotos íntimas también es violencia de género

Tras el post de Juan Pedro Verdier, las redes sociales comenzaron a hablar del tema desde diferentes aristas. Mientras algunas personas criticaban a Bejarano por sacarse fotos pensando en que niños podrían verlas, sin reparar en que las imágenes nunca fueron pensadas para ser públicas, otras solicitaban que les compartieran links del contenido. Todo esto sin pensar en ningún momento en el mal rato que Karen y su familia pasan a causa de este hecho.

La situación vivida por Karen Bejarano no es una situación asilada. Tal como otras dimensiones de violencia, la violación de la intimidad forma parte del continuo de violencia de género.

Para María José Guerrero, directora de estudios del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC Chile), la filtración de imágenes íntimas también es violencia de género, puesto que el comportamiento machista de la sociedad se ha encargado de estigmatizar la sexualidad del género femenino, al castigarlas y entregarles una marca social indeleble.

"Al compartir fotos sin consentimiento de una mujer se les expone para que sean crucificadas socialmente. Es cosa de recordar los casos 'Wena Naty' o 'Fifi', donde sólo se recuerda el nombre de ellas y se naturaliza el actuar de los hombres en tales situaciones, restándoles culpa desde el punto de vista social. La sexualidad de la mujer es siempre vista desde el machismo", expone Guerrero.

El llamado es a no compartir y a denunciar

Más allá de los propios protocolos de denuncia que tiene cada red social, en Chile no existe una legislación clara al respecto. Si bien tanto Facebook como Twitter recomiendan a sus usuarios bloquear y reportar a los usuarios que difunden este tipo de material, desde OCAC apuntan a que "no existen acciones jurídicas claras para evitar esto. Claro, está la Brigada de Cibercrimen, pero no hay jurisprudencia legal al respecto, a no ser que sea menor de edad".

María José agrega que "es difícil que Carabineros, la PDI o Fiscalía hagan de estos hechos constitutivos de delito, a no ser que sean menores de edad. Lo único que se puede hacer es apelar a que la gente no difunda estas cosas. Porque no solamente es culpable quien difunde, sino también quien retwittea o quien se hace parte de difundir el material. Por lo mismo, es necesario que el Estado chileno legisle, pues hasta ahora las leyes son insuficientes al respecto".

Finalmente, OCAC hace un llamado a no ser parte del círculo de violencia hacia las mujeres y no sólo no compartir las imágenes, sino también denunciar y no quedarse callado cuando estas circulen por redes sociales o grupos de WhatsApp. La impunidad que otorgan las redes sociales, así como la facilidad de viralización de contenidos, debe ser considerada como agravante a la hora de divulgar material íntimo. Además, apuntan a que se pueda generar un impacto previo a la masificación del contenido al frenar y educar a nuestros propios círculos online.

"Quizás tú no sacaste la foto, pero al compartirla eres cómplice de este círculo de violencia donde las mujeres son víctimas de tráfico de orden sexual. Como organización hacemos un llamado a ponernos a pensar cuáles son los derechos sexuales de las otras personas y a no ser parte de esto", cierra María José Guerrero.

A través de Twitter, algunos usuarios han denunciado el hecho y se suman al llamado a no compartir las imágenes:

https://twitter.com/Elitahc/status/838389753548517377

https://twitter.com/piiittta/status/838384690079883265

https://twitter.com/LaMariPaz_/status/838357871528198144

https://twitter.com/lealbravo/status/838274837751742468

https://twitter.com/keivalley_/status/838242294725738496