A través de una columna publicada en Ciper, los economistas Ramón López, Gino Sturla, Simón Accorsi y Eugenio Figueroa, revelan los impactantes resultados del estudio "Nuevas estimaciones de la riqueza regalada a las grandes empresas de la minería privada del cobre: Chile 2005-2015".

En esta, estiman que las 10 grandes mineras transnacionales que operan en el país (Anglo American, Mantos Copper, Los Pelambres, Candelaria, Quebrada Blanca, Escondida, Collahuasi, Cerro Colorado, Zaldívar, y El Abra) han recibido 120 mil millones de dólares en 10 años, equivalente a un 45% del PIB de Chile en 2014.

La base del cálculo es la renta económica, concepto que refiere a las ganancias que van por "sobre todo lo necesario para mantener intactos los incentivos y niveles de inversión y producción en el largo plazo. Es decir, corresponde a ingresos extra que las empresas obtienen por encima del retorno normal del capital requerido para la actividad productiva".

Según cifras del Banco Mundial, las mencionadas 10 grandes mineras privadas obtuvieron una renta económica de 200 mil millones de dólares entre 2005 y 2014. Descontando el impuesto pagado y otros ajustes correspondientes a gasto en exploración y la volatilidad del precio de los commodities, queda un final de 120 mil millones de dólares.

"Si el Estado captara estas rentas por definición no se distorsionarían los niveles de inversión y producción de la GMP-10 (grupo 10 mineras privadas). Esto es, el regalo que hoy el Estado les hace a estas 10 mineras, al permitirle apropiarse de estas enormes sumas, no tiene justificación económica alguna".

Dicha renta equivale a 6 veces el total de los fondos soberanos del país y al 45% del PIB del 2014. Además, alcanza para financiar 2.560 Teletones.

La cifra desglosada por año supone 12 mil millones de dólares cada 365 días. Monto considerablemente superior al costo de la gratuidad en la educación en todos los niveles (5 mil millones de dólares) y lo recaudado por la reforma tributaria (6 mil millones). "Es decir, con la riqueza regalada anualmente a estas grandes empresas transnacionales durante el periodo 2005-2014, se podría haber financiado educación gratuita completa y mejorar el sistema de salud y pensiones de manera definitiva con los US$7 mil millones restantes. Todo esto, sin necesidad de haber hecho una compleja reforma tributaria de inciertos efectos sobre la inversión y la eficiencia económica", finaliza la columna.