Las 24 horas de incertidumbre del adolescente al que Camilo Catrillanca le salvó la vida

Las 24 horas de incertidumbre del adolescente al que Camilo Catrillanca le salvó la vida

Por: El Desconcierto | 17.11.2018
M.P.C., de apenas 15 años, escondió su cabeza detrás de la parte trasera del tractor, para protegerse de la ráfaga de balas que salían de las armas del Comando Jungla. El tractor se detuvo cuando una de ellas impactó en la nuca a su amigo Camilo Catrillanca. El joven fue golpeado por la policía, estuvo horas detenido sin que sus abogados supieran porqué, y terminó saliendo libre, con una jueza que cuestionó las contradicciones del caso. Él el testigo clave de la muerte del comunero mapuche.

M.P.C. estaba con Camilo Catrillanca la tarde del 14 de noviembre. De apenas 15 años, el joven estaba acompañando a su amigo en el trabajo que realizaba manejando un tractor con el que le presta servicios a varias comunidades del sector.

El tractor fue entregado a las comunidades por el Indap. Y Camilo era el encargado de manejarlo. Esa tarde, estuvo en su casa que estaba construyendo y cerca de las 5 de la tarde iba de vuelta a la casa de su abuelo, el lonko de la comunidad de Temuicuicui, Juan Catrillanca.

En el camino de vuelta a Temucuicui se encuentran con el Comando Jungla. El adolescente dice que, sin mediar nada, los policías abren fuego contra el tractor. Camilo retrocede, logra dar la vuelta y decirle que escondiera la cabeza, para que la parte de detrás del vehículo le sirviera de refugio. La ráfaga de disparos no cesó, hasta que el tractor se detuvo de golpe. M. miro para el lado y vio a su amigo, el que le dijo que se escondiera y lo salvó de las balas, herido. El disparo le había llegado en la cabeza.

M.P.C. es –hasta ahora- el único testigo directo del asesinato de Camilo Catrillanca. Él es una de las claves que puede destrabar la investigación y las responsabilidades que le caben a Carabineros y al Comando Jungla en su muerte.

El joven fue bajado a la fuerza. Lo golpearon en el suelo y de nuevo adentro del vehículo que lo llevó a la comisaría de Collipulli.

El parte policial presentado ante el Juzgado de Garantía de Collipulli durante el control de detención del joven M.P.C. no menciona armas ni nada en poder de los jóvenes. Él dice no haber visto nada y a nadie más que a los carabineros que les dispararon.

El peritaje posterior que hizo la PDI muestra cinco balas alojadas en la parte trasera del tractor y otras varias en el suelo.

[caption id="attachment_254660" align="alignnone" width="720"] marca de la quinta bala encontrada en el tractor[/caption]

Nadie sabe nada

Irving Rodríguez, defensor penal juvenil de la zona llegó alrededor a las 20 horas del día miércoles a la comisaría de Collipulli.

Había cinco personas detenidas, tres adolescentes y dos adultos. Los relatos que dieron los detenidos a los defensores narraron agresiones y golpes de parte de la policía, una violencia más que normalizada en los calabozos de la zona de conflicto. Entre ellos estaba uno de 16 años, que hace unos meses fue obligado a desnudarse tras un control de identidad. Los carabineros le preguntaban por su padre, dirigente de su comunidad.

También estaba un joven de apenas 13 años, inimputable según la ley.

Pero lo más llamativo de la noche –cuando ya se sabía de la muerte del Camilo Catrillanca- no fueron los golpes. Irving Rodríguez asegura que nadie en esa comisaría pudo decirle por qué estaban detenidas esas personas.

Legalmente, Carabineros tiene 12 horas para informar de la detención y el fiscal correspondiente tiene 24 horas para poner al detenido a la disposición del tribunal. Pero la Defensoría y el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentaron un amparo esa misma noche. La magistrado María Fernando Lagos llegó al lugar y le pidió a la fiscalía informar el motivo de la detención.

A las 3 de la madrugada en la comisaría se desarrolló la audiencia de amparo. El fiscal Ernesto Vásquez informó a las partes que el joven M.P.C. estaba detenido por el delito de receptación, de que había testigos que lo vieron bajarse de uno de los vehículos robados que motivaron la operación y subirse al tractor. Las otras cuatro personas fueron puestas en libertad en ese mismo momento: Ninguno estaba relacionado al supuesto robo y habían sido detenidos en el marco de las protestas por la muerte de Camilo Catrillanca.

El fiscal dijo tener videos y declaraciones.

[caption id="attachment_254263" align="alignnone" width="1024"] Carabineros resguardaron el Juzgado de Collipulli durante la esperada audiencia[/caption]

Detención ilegal

La confusión continuó en la audiencia de control de detención. La fiscalía, pese a que horas antes había asegurado tener testimonios de las víctimas del robo y declaraciones que acreditan que M.P.C. se bajó de uno de los autos y subió al tractor, no los incluyó en la carpeta investigativa.

Esa versión consiste en que dos sujetos vestidos de negro se bajan de un auto y suben al tractor, lo que contradice la escueta descripción del delito inicial, que decía que los tres sujetos abordaron cada uno un vehículo. “Ahí la policía está sugiriendo que Camilo Catrillanca estaba en el vehículo, lo que contradice lo que el fiscal nos había informado y lo que dijo el propio general Hermes Soto. ¿Por qué lo dijo? ¿Se le ocurrió a él? Se la debe haber entregado jefatura de funcionarios en el procedimiento, sino es bastante delicado que el señor Soto entregue información que nadie le aportó”, reflexiona el defensor penal juvenil.

La carpeta investigativa presentada ese día jueves en Collipulli para el análisis de la defensa y de una jueza de la República, tampoco da cuenta de las declaraciones de las víctimas. “Si la fiscalía quiere declarar secreta partes de investigación, lo puede hacer, pero tiene que informarlo en audiencia. Nunca dijeron que tenía partes o piezas secretas”, dice Rodríguez.

Algunas de las víctimas, cuya declaración nunca ha estado a la vista de un juez, han hablado con la prensa los últimos días.

La carpeta también incluyó una declaración de una carilla y cuarto, firmada por siete funcionarios policiales que fueron parte del procedimiento. “Es decir, dicen exactamente lo mismo, es una declaración a coro, no hay un solo matiz de diferencia. Es como un acta de una reunión”, dice Rodríguez.

El documento traía la firma de suboficiales de Carabineros. El parte policial da cuenta de que un capitán y dos tenientes fueron parte del operativo.

Irving Rodríguez asegura que, como abogados, trabajan sobre la base de hechos presentados en la carpeta investigativa, no en suposiciones. La no inclusión de elementos claves del delito inicial y de la supuesta vinculación de M.P.C. con él, provocó que la magistrada declarara ilegal la detención.  “No existiendo parte denuncia, declaración de víctima, declaración de carabineros, no se podía dar acreditada la existencia de la denuncia. No existía clara descripción de las especies robadas, no había vinculación objetiva con lo que dice ver el piloto del helicóptero y sin su propia declaración ni siquiera se puede dar fe de eso. No hay antecedentes del robo, la receptación se vincula a un robo, y no existían elementos que pudieran concluir con grado mínimo de certeza que había antecedentes para la comisión del delito. Y tampoco que él hubiese participado”, dice el abogado.

La audiencia terminó a las 5 de la tarde del jueves, exactas 24 horas después de la muerte de Camilo Catrillanca y la detención de M.P.C. A esa misma hora, el diario La Tercera publicaba la información de un segundo parte policial que sí incluía el relato que decía que Camilo Catrillanca participó en el robo de los vehículos e incluso hablaba del levantamiento de evidencias. Ese documento nunca llegó a la audiencia.

El joven se abrazó a su familia y se retiró de Collipulli. De todas maneras fue formalizado por la receptación, una facultad legal que tiene el Ministerio Público para iniciar una investigación. Durante todo el fin de semana se realizará el eluwun de Camilo Catrillanca. Se espera que la próxima semana el fiscal de la unidad de Derechos Humanos, Roberto Garrido, le tome declaración al principal testigo.