La lucidez de Fernanda Pinilla: "Queremos derribar al macho que vive dentro de uno"
Es seleccionada chilena y licenciada en Ciencias con mención en Física. Desde pequeña, Fernanda Pinilla desafió las convenciones con su talento, jugando en equipos de varones hasta los 12 años e iniciando un doctorado en Ciencias, con mención en Física, durante este año.
"Me ha servido bastante estar en dos mundos completamente distintos. Uno descongestiona al otro. A veces estoy cansadísima de entrenar, perdí un partido o jugué mal. Voy a la universidad, me meto ahí y se me olvidó", reconoció en entrevista con La Segunda.
Cuando tenía 12, en el estadio municipal de Pirque, Fernanda disputó un torneo intercomunal con el 11 en la espalda. Era la única mujer en la cancha y terminó marcando el gol que los coronó campeones. Después de mostrar su pasión por el fútbol desde niña, llegó a la serie infantil del Arturo Prat, el único equipo que no decía en sus bases que no podían jugar mujeres.
"Para ellos debe haber sido extraño. Tal vez había algún temor por no golpearme, pero ya jugando las diferencias no se veían. Hasta los 13 años, cuando ellos tienen más fuerza y corren más rápido. Pero si miras lo que ocurre en países desarrollados, las ligas infantiles hasta los 12 son mixtas", sentenció la jugadora de la Universidad de Chile.
Pinilla recordó la discriminación de los padres de sus amigas: "Estábamos jugando al tombo con otras niñas. Íbamos corriendo y una de ellas se cayó al lado mío. Se pegó en la cabeza y empezó a sangrar. Fui a buscar a su mamá: 'Tía, tía', le dije. Y ella, al ver a su hija, grita: 'Viste, te he dicho que no sigas jugando con esta niñita que es tan ahombrada, tan bruta para jugar, que juega siempre con los niños'. Quedé impactada. Tenía 8 o 9 años", detalló.
Aunque ya no tiene que dar explicaciones por jugar fútbol, Fernanda recordó que hace unos días, en una visita a un programa de televisión, un hombre que la maquillaba comentó que "mira, ni parece que jugaras a la pelota". A ella le molestó: "Me lo dijo tal vez porque me veía más arreglada, pero eso no venía al caso".
"Queremos derribar al macho que vive dentro de uno. Dentro de mí también vive un macho, dentro de usted vive un macho, dentro de todo el mundo. Yo fui criada dentro de un ambiente machista. Probablemente mis hijos también van a ser criados en una sociedad machista. Y eso es lo que tenemos que derribar", opinó sobre el actual momento del movimiento feminista.
La futbolista relató que antes, sus padres eran mucho más conservadores: "A mi hermana no la dejaban jugar ni correr porque era una señorita, pero yo fui todo lo contrario y mi mamá me dejó porque aprendió. No los culpo a ellos, porque crecieron en un ambiente así. Y ahora lo tiene asumido".
Pinilla aseguró que estos temas se conversan también en el camarín de La Roja: "Todas comparten estas ideas, la de romper los estereotipos, porque estamos inmersas en un ambiente súper masculino y nos gustaría que la gente pensara distinto", afirmó.
La jugadora reconoció que ahora son un referente para muchas niñas, sobre todo para aquellas que dejan de practicar deporte ante la presión social. Al mismo tiempo, apuntó a Jean Beasejour como un referente "porque lo encuentro una persona súper completa. Tiene un discurso, no se ha alejado de la realidad de Chile, que es algo que pasa regularmente con los deportistas".