Historiadora analiza el fútbol femenino: "La exclusión brutal de las mujeres en el fútbol de la región es simbólica y social"
El rendimiento de la Selección Chilena Femenina deslumbró a muchos durante la realización de la Copa América. Sin embargo, meses antes del segundo lugar de la Roja en el torneo, la mayoría del país ignoraba a las protagonista del plantel y sus éxitos.
Al respecto habló con el Mercurio de Valparaíso la académica de la Universidad de Hofstra de Nueva York, Brenda Elsey, quien ha dedicado parte de su carrera como historiadora a investigar la política y relaciones culturas surgidas a raíz del fútbol y su incidencia en lo social.
En sus investigaciones, Elsey aseguró que se encontró con que las mujeres se iniciaron en el juego informalmente a fines del siglo XIV.
"Con base en memorias de mujeres y comentarios de periódicos, sabemos que se vuelve muy común en la década de 1910, especialmente equipos organizados por maestros de educación física y para la década de 1920 las mujeres están formando clubes en sus lugares de trabajo, sindicatos, vecindarios e informalmente en los clubes deportivos. Sin embargo, las mujeres que juegan al fútbol enfrentan la mayor resistencia, incluso de otras deportistas", explicó la historiadora.
Un caso interesante ocurrió en 1972, cuando un grupo de mujeres jugadoras quiso formar una asociación estable en Valparaíso: En 1927, las deportistas inauguraron la Asociación de Deportes Femeninos (ADF) en Valparaíso. Las miembros de la ADF compitieron en torneos de baloncesto, natación, tenis de mesa, atletismo y voleibol. En una entrevista con Los Sports, la secretaria del ADF, Azucena Villanueva, declara -sobre fútbol femenino- que "todo tiene sus límites". En los últimos párrafos de la entrevista, el autor escribió que la conversación con Villanueva felizmente 'distaba mucho de ser una conferencia sobre feminismo'", sostuvo Elsey.
"Citizens and Sportsmen: Fútbol and Politics in Twentieth Century Chile", una de sus publicaciones más conocida, aborda la influencia que ejerció la política en el fútbol. Al respecto, la investigadora cuenta que "la exclusión brutal de las mujeres del fútbol en la región donde supuestamente es una parte central de la identidad nacional y la cultura es simbólica, pero también inmediatamente social. A medida que los clubes se convirtieron en vehículos para la política local, la organización sindical y la sociabilidad, las mujeres perdieron un papel en esto".
"Las primeras feministas de principios del siglo XX en Chile se quejaron, estaban muy conscientes de que esto estaba sucediendo. También sucede de maneras más obvias, como en Brasil, donde el fútbol femenino fue legalmente prohibido desde 1941 a 1981. Las mujeres no dejan de jugar, pero las comunidades de futboleras continúan reuniéndose bajo tierra. Estructuralmente, la FIFA y las federaciones nacionales también amenazan a los equipos de hombres por ayudar a las mujeres", argumentó Elsey.
La investigadora recordó que cuando México se transformó en sede de la segunda Copa Mundial Femenina Independiente en 1971, la Federación Mexicana y la FIFA amenazaron con multar a cualquier club por prestar sus campos a mujeres.
"Hoy en día sigue habiendo poco apoyo para el fútbol femenino y la discusión generalmente es sobre el mercado. Los periodistas, funcionarios y directores de clubes frecuentemente sugieren que las mujeres necesitan saber cómo venderse y hacer que su deporte sea rentable. Sin embargo, sabemos que el fútbol masculino está subsidiado por el estado, ya sea para rescatar a los clubes de la bancarrota o para mantener los estadios. Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo, pero en cualquier caso, mantiene a las mujeres en un estándar completamente diferente", recalcó.
Por ahora, las únicas ligas profesionales de fútbol femenino en Latinoamérica se concentran en Brasil, Colombia y México. Al respecto, la historiadora aseguró que la FIFA "subdesarrolla al fútbol femenino".
"Sin embargo, en comparación con las confederaciones como CONMEBOL, la FIFA se ve progresista en términos de sus iniciativas con jóvenes y mujeres económicamente desfavorecidas. Fue solamente luego de realizar una huelga en 2017 que las futbolistas argentinas lograron cobrar un estipendio para capacitación que les debían. El éxito de la selección femenina chilena en la reciente Copa América también se debe a su increíble iniciativa. En 2016, después de ser relegadas, formaron un sindicato de jugadoras, que es único en la región. Estos movimientos tienen un carácter transversal y se han visto potenciados por un revitalizado movimiento feminista de alcance latinoamericano", expuso Elsey.