La violencia política en Brasil sumó un capítulo más de sangre y dolor. En la noche del miércoles 14, la socióloga Marielle Franco, concejala de la ciudad de Río de Janeiro, fue asesinada por un grupo armado le hizo una encerrona al auto donde ella estaba junto a dos personas más, en el centro de la ciudad, para efectuar más de 40 disparos con fusiles. Cinco de esos disparos acertaron a la concejala en su cabeza. El motorista del auto recibió cuatro balas en el pecho y también murió. A la asesora de prensa de Marielle también le llegó un disparo en el brazo, pero logró sobrevivir al ataque.

Aunque todavía se están investigando las circunstancias, la acción contra Marielle Franco tiene todos los elementos de un crimen político, pese a que la policía de Río esté trabajando también con las hipótesis de asalto y de acción de grupos ligados al tráfico de drogas, según las autoridades locales.

Llama la atención, sobretodo, el hecho de que el asesinato de Marielle suceda cuatro días después de que ella denunciara una acción policial en la región de Acari, donde uniformados habrían asesinado un grupo de jóvenes negros de esa localidad y ocultado los cuerpos. Además, dos semanas atrás, Marielle fue nombrada relatora de una comisión establecida por el Concejo Municipal para acompañar la intervención del Ejército en Río de Janeiro y verificar presuntos abusos a los derechos humanos.

Nacida en una favela, Marielle Franco era una de las pocas mujeres negras actuando en la política de Río de Janeiro. Fue una de las concejalas más votadas en las últimas elecciones municipales, en octubre de 2016. Militante del partido PSOL (Partido Socialismo y Libertad, conocido por estar más a la izquierda que el PT de Lula y Dilma), se presentaba como “una representante de las mujeres de la favela, feminista y defensora de los derechos humanos”.

https://www.youtube.com/watch?v=IKSWfgZLKMA

Por medio de un comunicado titulado “Marielle Franco, presente!”, el PSOL afirmó que “no se puede descartar la posibilidad de que haya sido un crimen con razones políticas, debido a la conocida actuación de Marielle en contra de los abusos de la policía en las comunidades más vulnerables de la ciudad (...) trataremos ahora de honrar su lucha y exigir una investigación inmediata y rigurosa de los hechos de ese ataque brutal. ¡No nos callaremos!”.

Algunos importantes artistas brasileños también manifestaron su dolor por el asesinato de Marielle Franco, entre ellos el cantautor Caetano Veloso, quien publicó en sus redes sociales una canción en homenaje a la concejala, en la que expresa su pena: “Estoy triste, tan triste que siento un vacío en el pecho y aún así estoy harto” dice la canción que ofreció en memoria de la concejala asesinada, acompañada por las hashtag #JustiçaParaMarielle y #NãoVãoSilenciarMarielle (“justicia para Marielle” y “no irán silenciar a Marielle”).

Con el crimen de Marielle, Brasil llega a un nivel de violencia política que supera con creces lo sucedido en países como Venezuela, y empieza a igualar los estándares de México y Colombia, donde hace pocas semanas, el candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, líder en la mayoría de las encuestas y principal representante de la izquierda en su país, fue blanco de un atentado con piedras y disparos arrojados contra su auto, durante su visita a la ciudad de Cúcuta, aunque logró escapar con vida.

https://twitter.com/mariellefranco/status/973568966403731456

En diversos países de la región se están preparando manifestaciones contra la intervención militar. En Chile, a las 20:30 horas y frente a la embajada de Brasil en Santiago, una delegación de brasileños pretende realizar una velatón para homenajear a Marielle.