5 hitos que marcaron la lucha del movimiento feminista por la despenalización del aborto
La euforia se desató el pasado lunes tras el fallo del Tribunal Constitucional que llevó a la aprobación del proyecto de despenalización del aborto en tres causales. La decisión restituyó a Chile el aborto terapéutico, el cual era legal en nuestro país desde 1931 y que la dictadura se encargó de derogar en 1989.
Una jornada histórica que nunca habría llegado sin el trabajo y la lucha que el movimiento feminista ha llevado a cabo con insistencia y perseverancia desde los '90 hasta hoy. Sin estas activistas, hoy las mujeres seguirían reclamando un derecho básico: decidir sobre su propio cuerpo, al menos en tres supuestos básicos (inviabilidad fetal, riesgo para la madre y violación) que, aunque son insuficientes, resultan imprescindibles para avanzar en la conquista de los derechos sexuales y reproductivos.
Precisamente para que su trabajo no quede relegado en el anecdotario popular, El Desconcierto recupera los hitos más importantes de estas casi tres décadas de movilización.
1. Embarazadas vestidas de novia (1990)
Fue el año en que la histórica DC Soledad Alvear fue nombrada jefa del Sernam bajo las directrices del primer gobierno de la transición a la democracia encabezado por Patricio Aylwin. Quienes vivieron ese momento de primera mano cuentan que cuando la nueva ministra llegó a tomar el cargo, formó a todas las trabajadoras del nuevo Sernam y les espetó: "Aquí de aborto no se va a hablar".
Aquel año, para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las feministas se movilizaron para contestar al cierre que sentían que se instalaba a nivel institucional y marcharon por Parque de los Reyes hasta llegar a la Estación Mapocho. La activista Marisa Matamala, una de las fundadoras de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe y miembro de la Mesa Acción por el Aborto en Chile, lo recuerda perfectamente. "Se hizo como una feria en la que todas exhibieron sus propuestas en relación al aborto en respuesta al pronunciamiento de Alvear", explica. Uno de los episodios más rememorados de la jornada fue cuando llegaron varias mujeres embarazadas vestidas de novia, algo que produjo el sobresalto e indignación de la derecha y la DC.
[caption id="attachment_160941" align="alignnone" width="1000"] / Periódico Fortín Mapocho. Fotógrafo: Claudio Espinoza[/caption]
2. Primer encuentro regional para recuperar el derecho al aborto (1993)
Marisa Matamala recuerda como en 1993 "se intentaban mover voluntades para recuperar lo que se había perdido con la dictadura". Para ello, el movimiento feminista, a través del Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos organizó el simposio "Hablemos del Aborto Terapéutico” en el edificio Diego Portales, el actual GAM. "Estaba lleno de gente. Durante 15 días se anunció el evento con pendones que se colgaron desde la Plaza Italia hasta el Cerro Santa Lucía, pasando frente a La Moneda y a la Universidad Católica", recuerda la activista. "Eso hoy me parece increíble que se hiciera", agrega.
El encuentro fue un éxito y logró congregar asistentes procedentes de todo el país. "Asistieron ponencistas latinoamericanos y alrededor de 600 personas, entre profesionales de la salud, de las ciencias sociales, activistas del movimiento de mujeres, autoridades de gobierno y salud, con el propósito construir alianzas a favor de la reposición del derecho ciudadano perdido por las mujeres", precisa el documento "Contribuciones de los movimientos de mujeres y feministas a la equidad en Salud: La Experiencia Chilena", de la antropóloga Paula Santana.
3. Primera marcha por el aborto libre (2013)
Fue el 25 de julio y desde entonces ya son cinco veinticincos de julio consecutivos en los que miles de personas salen a la calle para reclamar el derecho al aborto libre, seguro y gratuito.
Pero lo que en aquella ocasión gatilló la convocatoria fue el caso de Belén, una niña de 11 años que quedó embarazada tras ser abusada y violada por su padrastro. El presidente de entonces, Sebastián Piñera, aseguró que la pequeña estaba preparada para ser madre. "Frente a este hecho, queríamos hacer algo y nos organizamos con varias compañeras. Nos juntamos en una casa en una reunión a la que llegaron 60 personas", explica Angie Mendoza, integrante de la Marcha Mundial de Mujeres. Las activistas decidieron salir a la calle no sólo para reclamar la revisión del caso de Belén, sino también exigir el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, una consigna que se mantiene hasta hoy.
La marcha sumó a más de 15 mil personas y 60 organizaciones que recorrieron el centro de Santiago, desde Plaza Italia hasta la Plaza de Armas. Pese a que la Intendencia nunca autorizó la movilización, fue tanta la gente que llegó que Carabineros de todos modos permitió el paso de las marchantes.
Mendoza detalla que al llegar a la Plaza de Armas, un grupo de personas irrumpió a la Catedral, donde se estaba celebrando el día del patrón de la ciudad, con la presencia del cardenal Ezzati, la entonces diputada Carolina Tohá y otras autoridades. "Eso fue bien complejo. A mí me llamaron a declarar y me investigaron por daños al patrimonio, pero nunca pudieron probar que yo entrara al interior de la Catedral. Sin embargo, sí hubo una persecución a quienes organizamos esta primera marcha", dice.
Además de la masiva convocatoria, otro destacado éxito de la protesta fue que se replicó en las principales ciudades del país y también en el extranjero, donde las feministas reclamaron sus demandas en las embajadas de Chile al exterior.
4. La creación de la Línea Aborto Libre (2013)
La articulación de redes de mujeres ha sido otro de los importantísimos efectos de la lucha por la despenalización del aborto terapéutico. Una de las que entrega un reconfortante apoyo a las mujeres es la Línea Aborto Libre, un canal de comunicación a través de teléfono, redes sociales, web, correo electrónico o atenciones personales que de forma gratuita entrega información para que las mujeres puedan practicarse un aborto con Misotrol y apoyadas por sus pares.
La iniciativa, que en América Latina y Chile venía desarrollándose desde 2009, se consolidó en este país a partir de 2013, sin vínculos con ningún partido ni ONG. "Nos definimos como lesbianas feministas antipatriarcales", sostiene Angela Erpel, una de sus integrantes. "Nunca hemos participado de lo que tiene que ver con la legalización. No es que estemos en contra, pero nuestras energías están puestas en el diálogo permanente con las mujeres más que con las cúpulas, manejadas por hombres", añade.
La línea, atiende cada día un promedio de 20 llamadas de teléfono, desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche, y una treintena de mensajes a través de su Facebook, que ya acumula más de 30.000 seguidores.
No han faltado las veces que la organización se ha visto amenazada por querellas y denuncias. Sin embargo, afortunadamente, nunca han prosperado. "No hacemos nada ilegal, sólo entregamos la información; no regalamos ni vendemos las pastillas", indica Erpel.
5. Tras 28 años, el aborto vuelve a ser despenalizado en Chile (2017)
Eran las 2 de la tarde de este lunes cuando el secretario general del Tribunal Constitucional, Rodrigo Pica, dio a conocer que la instancia dejó el camino libre para la promulgación del proyecto de despenalización del aborto en tres causales.
El organismo rechazó, por 6 votos en contra y 4 a favor, los dos requerimientos presentados por parlamentarios de Chile Vamos que acusaban la inconstitucionalidad del proyecto. El fallo excluye a Chile del reducido grupo de países en el mundo que prohíben y penalizan la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia, entre los que se encuentran El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana.
Las feministas pasaron tres días movilizándose ante el frontis de la institución para exigir al Constitucional que respetara la voluntad de la mayoría de la sociedad chilena y el actuar del poder legislativo que, tras un duro y dilatado debate, logró aprobar el proyecto en todos sus trámites.
Al cuarto día la alegría estalló. A gritos de “¡ganamos!”, y entre lágrimas y aplausos, se abrieron las botellas de espumante. La lucha se convertía en una fiesta para celebrar la victoria de casi 30 años de disputa.
Bonus Track: La lucha continúa
La batalla legal para recuperar el derecho al aborto terapéutico nunca se habría ganado sin la entrega y el compromiso de las activistas que se arremangaron para recuperar, desde todos los espacios, el derechos que un día les perteneció. Unos espacios que van desde la calle y las instituciones hasta el ámbito privado.
Por eso, más allá de estos cinco acontecimientos, sería injusto pasar por alto las muchas otras reivindicaciones lideradas por el colectivo, como las marchas que cada 8 de marzo se dieron en las calles reclamando a gritos la interrupción voluntaria del embarazo; o actos más modestos como los que se llevaron a cabo hasta 2007 en el monumento de los pueblos originarios de la Plaza de Armas para recordar a las mujeres muertas por aborto.
Las manifestaciones, asambleas y protestas de estas últimas décadas entregaron los primeros frutos, pero no hay tiempo para conformarse. Sin bajar la guardia, es momento de retomar fuerzas para llegar al siguiente logro: el aborto libre, seguro y gratuito. El movimiento feminista pasa a la siguiente pantalla y es responsabilidad de todas y todos sumarse a la nueva conquista.