Hermana de joven agredida en la marcha por el aborto libre: "No lograrán su objetivo de amedrentarnos"
Era una de las manifestaciones más masivas y contundentes de las mujeres a favor del aborto libre, seguro y gratuito de los últimos años. Entre pañuelos verdes, cánticos y lienzos invocando el derecho a decidir sobre sus cuerpos, más de cincuenta mil personas llegaron a la convocatoria realizada por la Coordinadora de Feministas en Lucha.
La manifestación estuvo marcada desde el inicio por acontecimiento extraños, ajenos a sus protagonistas: de hecho, a altura de Universidad Católica, encapuchados levantaron barricadas y un cartel con la consigna "Esterilización gratuita para todas las hembristas", antes de que la marcha avanzara desde Plaza Italia. Parecía una señal previa, pero nadie imaginó lo que ocurriría minutos después, cuando las personas ya se aproximaban al fin del recorrido.
Francisca, cuya identidad hemos reservado para proteger a las víctimas tras la petición realizada por las feministas, es hermana de una de las mujeres que resultaron agredidas. Oriundas de Copiapó, viajaron por el día a Santiago a realizar unas compras y decidieron quedarse a apoyar la manifestación junto a su madre. "Después pasó lo que pasó", apunta.
-Nunca habíamos estado en una marcha tan grande y jamás imaginamos que pasaría algo así-, cuenta al teléfono, mientras preparan sus cosas para retornar a La Serena.
La joven asegura que estaban en la marcha las tres cuando vieron a un grupo de encapuchados haciendo destrozos en un panel gigante, con barricadas.
"Con un grupo de gente les empezamos a gritar que se fueran, que por qué estaban haciendo eso, que nada que ver porque no tenía relación con la marcha. Y ahí todos se alteraron y de pronto viene una mujer encapuchada entera directo hacia mi hermana, como que le quería pegar. Ella reaccionó tomándola de los brazos y la empujó", relató.
En ese momento, desde sus espaldas, apareció un hombre encapuchado corriendo que se acercó a K.B.T y la agredió en el abdomen, aunque en un primer momento nadie vio con qué elemento: "No sé si habrá sido un cuchillo o qué. No se distinguía qué era", reveló.
Francisca nunca pensó que habían agredido a su hermana: "Pensé que la había amenazado porque no alcancé a ver qué tenía en la mano". Pero cuando se dieron vuelta a mirarla, ella se tapaba el abdomen con la mano, bajo la costilla izquierda. Al sacarla, notaron que estaba bañada en sangre.
"Las mujeres somos muy fuertes"
En medio de los cánticos y del festejo de la movilización, pocos alcanzaron a percatarse del ataque. Los que vieron a las mujeres agredidas se detuvieron de inmediato a ayudarlas y comenzaron a llamar a Carabineros, quienes tardaron unos cinco minutos en acercarse a la víctima. Habían destrozos a ambos lados de la Alameida, los que les impedían huir.
-No todos se dieron cuenta de lo que pasó. Mi hermana al medio y toda la gente alrededor mirándola. Como yo estudio técnico en enfermería, le pusimos un paño para que se apretara fuerte, porque no podía sentarse.
Tras la llegada de la policía, fueron trasladadas en un furgón hasta que se toparon con una ambulancia, que finalmente las llevó camino a la Posta Central. Al llegar al lugar, revisaron su herida y le pusieron cuatro puntos.
"Fue un corte profundo pero no comprometió ningún órgano. A las otras chicas también les pusieron puntos en las piernas. A ellas las dieron de alta antes que a mi hermana, porque a ella le hicieron una radiografía de tórax", explica Francisca.
La noche les presentó un nuevo problema: al no vivir en Santiago, la joven y su madre no tenían dónde quedarse a pasar la noche. Pero la sororidad feminista, que se había encendido al máximo tras las agresiones sufridas por las mujeres en uno de sus espacios de encuentro, se activó rápidamente hasta encontrar un espacio para ellas.
"Yo me siento agradecida por toda la ayuda que recibimos, la preocupación de las voceras y de otras personas que jamás habíamos visto en la vida", reconoce Francisca, agregando que "la otra parte es triste, hay gente que por cualquier cosa se altera y puede hacer daño sin ninguna culpa".
La joven de iniciales K.B.T fue dada de alta esta mañana y se encuentra en buenas condiciones. Su hermana dice que siempre se mantuvo tranquila: no se alteró en ningún momento, "igual estábamos con mi mamá, así que seguro no quería preocuparla", añadió.
Por ahora no han pensado en las acciones judiciales, aunque se sumarán a la querella que prepara la Coordinadora de Feministas en Lucha. Francisca dice que anoche se enteró que personas habían advertido en redes sociales que no sería una noche fácil para quienes iban a marchar: "Decían que éramos una asesinas. Luego nos dijeron que habían sido unos nazis".
Aunque el hecho se instala como uno de los momentos más complejos vividos en una manifestación de mujeres, no se declaran asustadas. Tampoco cree que los opositores a los derechos de las mujeres hayan logrado frenar la lucha que ya despegó.
-Yo creo que no lograrán su objetivo de amedrentarnos, las mujeres somos muy fuertes. Sabemos superar todo. Ellos iban preparados pero hay que seguir luchando no más, así se consiguen las cosas.