El pasado jueves 12 de octubre, el segundo largometraje de la directora chilena Marialy Rivas hizo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Valdivia. La llegada de "Princesita" despertó gran interés en el público del certamen, con una fila que se extendió desde la puerta del Aula Magna de la Universidad Austral hasta sus jardines y una segunda función repleta al día siguiente.

La cinta, que se estrena este jueves en las salas de todo el país, aborda la historia de Tamara (interpretada por Sara Caballero), una niña que crece al interior de un culto religioso conducido por un líder llamado Miguel (Marcelo Alonso), a quien adora. Tamara enfrenta la misión de tener un hijo santo con él en cuanto viva su primera regla, una realidad que la empuja a crecer bruscamente y a revelarse contra el destino que le han impuesto. Un relato sobre el abuso y la violencia que amenaza la infancia, especialmente cuando se nace mujer.

En entrevista con El Desconcierto, la realizadora explica que "decidí sumergirme en esta historia porque estadísticamente no estamos relatando las historias de mujeres, en un 96% las películas se tratan de hombres heterosexuales blancos. No hay diversidad y la diversidad nos hace bien a todos. El cine es una máquina de empatía y cuando solo empatizamos con un grupo de personas, todos conocemos solo sus sueños y deseos porque el mundo se vive así. Es hora de abrirnos a conocer a la otra mitad de la población, que somos las mujeres, y entender los desafíos, los sueños y la manera de vivir el mundo que tenemos".

A juicio de Rivas, este ejercicio experimentado en el séptimo arte "nos hace bien a todos: a las mujeres por vernos representadas y a los hombres para conocernos más".

Marialy sostiene que su nuevo largometraje -luego del éxito de su ópera prima, "Joven y Alocada" (2012)- funciona en dos niveles: uno que se posiciona sobre la temática de la pedofilia y el abuso contra los niños y otro, en donde se profundiza la historia de una niña manipulada, atrapada y seducida.

"Los niños no pueden escapar de los adultos. Algo que también sucede cuando las mujeres se emparejan con hombres abusadores, que las manipulan psicológicamente y las subyugan, les cortan los amigos y el dinero y las mujeres no pueden salir de ahí, aunque sean adultas. En niños es más dramático aún, no pueden escapar", reflexiona la directora.

Por ello, en "Princesita", Rivas propone mirarlo y "experienciarlo como espectador: aunque a ti no te haya pasado. A todas las mujeres nos ha pasado en distintos niveles, aunque no a todas nos hayan violado. A todas se nos ha abusado en distintos niveles en esta construcción masculina que habitamos".

Un elenco de guionistas

El proceso de filmación de su segundo largometraje tuvo algunas dificultades. Principales, en cuanto a la falta de presupuesto para filmar en un plazo más amplio, que no los obligara a comprimir todo a un mes. Especialmente, porque esta vez Rivas dirigió a un elenco integrado por niños, como Sara Caballero, "a los que no puedes obligar a trabajar. Cuando ellos se cansan, hay que respetar sus tiempos", sostiene.

La historia en sí implicó un desgaste emocional importante para la realizadora, que vivió el desarrollo del personaje: "Fue más difícil aceptar para mí que la niña (Tamara) no podía oponerse a este adulto abusador, fue muy doloroso, pero me di cuenta que ya tenía las herramientas para liberarse y reconstruirse", advierte.

En esta nueva aventura, Marialy Rivas volvió a trabajar con Camila Gutiérrez, guionista e inspiradora de su primer largometraje, en la escritura del guión, contemplando también la colaboración de dos nuevos integrantes.

"Trabajar con Camila es siempre agradable, porque miramos el mundo desde un lugar muy parecido. Como ella viajó a hacer su postgrado a Nueva York, yo pedí la colaboración de Guillermo Calderón e Infante, que aportaron visiones muy interesantes a la cinta. Calderón aportó una cosa más oscura al personaje de Miguel, mientras que el Miguel más místico está escrito por Camila, lo que hace un buen arco de personaje. La voz en off la escribió la maravillosa Manuela, que tiene un mundo artístico gigantesco. Para mí los guionistas son como un elenco de actores, usas lo mejor de cada uno de sus talentos para darle complejidad y distintas voces a la película", explica.

-¿Qué esperas de la recepción del público en el estreno de Princesita en todo el país, luego de su éxito en FICValdivia?

-Me pareció muy emocionante que hubiera una cola larguísima, quedaron la mitad de las personas afuera en la primera función. Y la segunda también se repletó, lo que es muy bonito, saber que hay interés, que las mismas personas que vieron Joven y Alocada estaban ahí. Eso me da esperanza de que el estreno le vaya bien, aunque sabemos que está cada vez más difícil llevar a personas al cine. "Princesita" es una película para experimentar en el cine, que se percibe distinto si se ve en la TV. Espero que se entusiasmen los espectadores a ir a mirarla y a tener esa experiencia.