Después del referéndum: Decepción con Europa, rechazo a la violencia y llamada a la mediación

Después del referéndum: Decepción con Europa, rechazo a la violencia y llamada a la mediación

Por: Meritxell Freixas | 02.10.2017
El presidente catalán seguirá con su hoja de ruta y aplicará la declaración unilateral de independencia.

Europa mira finalmente a Cataluña. Han tenido que haber 893 heridos, dos de ellos de gravedad, para que el continente se diera cuenta de la crisis que el conflicto entre Cataluña y el Estado español no es “un asunto interno”. Un argumento contraviene el discurso de los derechos europeos.

Quieran o no las autoridades europeas, tendrán que tomar parte porque esta será, para el próximo tiempo, la piedra en el zapato de las autoridades del Viejo Continente.

“Europa tendrá que elegir entre la vergüenza o la dignidad”, dijo este domingo el conceller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva. "A un lado está la violencia y al otro la democracia", continuó. El gobierno catalán advirtió que la Unión Europea se juega sus valores fundacionales en la respuesta que dé al caso catalán.

Este lunes, el presidente catalán se mostró "decepcionado como ciudadano" con la reacción de la Comisión Europea, quien se ha limitado a decir al Gobierno español que "la violencia no puede ser un instrumento en política".

Además de esta petición, Puigdemont anunció la creación de una comisión de expertos para "llegar hasta el final" en la investigación de las cargas policiales de este domingo, y exigió al Ministerio del Interior la retirada de todos los efectivos policiales desplazados a Catalunya por el 1-O.

Mientras, desde Madrid, Mariano Rajoy se limitó a repetir que ayer “no hubo ningún referéndum en Cataluña”.

Por su parte, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Ra'ad Al Hussein, pidió una investigación imparcial sobre la violencia policial de la convocatoria de referéndum. Al Hussein, se mostró muy "perturbado" por la situación ocurrida en Catalunya y pidió un estudio de "todos los actos de violencia".

Llamado a la mediación

Carles Puigdemont llevará  al Parlamento catalán los resultados del referéndum, en el que –pese a las circunstancias adversas y excepcionales– obtuvo un 42 por ciento de participación, es decir, 2,2 millones de personas acudieron a las urnas. De éstos, un 90 por ciento apoyó al 'Sí' a la independencia. La intención del jefe del ejecutivo catalán es clara: seguirá con su hoja de ruta, que establece que dos días después de obtener los resultados definitivos del referéndum, aplicará la declaración unilateral de independencia para caminar hacia unas elecciones constituyentes.

Antes pero, envió la enésima -y quizás última- llamada al diálogo al presidente español, Mariano Rajoy, para negociar un referéndum acordado. Esta vez, con una mesa presidida por mediadores internacionales. "Ni yo ni el Govern estamos declarando la independencia", aclaró Puigdemont, que a la vez señaló que, tras el referéndum, su Ejecutivo tomó la decisión de "invocar la mediación real y sincera" a tres bandas: Generalitat, Gobierno español y los mediadores internacionales.

En caso contrario, "la salida está en el Parlament y es perfectamente clara", aseveró en referencia a la aplicación de la Ley de Transitoriedad, que el Parlamento catalán aprobó el pasado 7 de septiembre, y que permite hacer el puente entre el estado actual y el de una nueva República.

Sobre quién tiene que adoptar el papel mediador internacional, el Puigdemont indicó que la Unión Europea "formalmente" no debería serlo, aunque sí tendría que "apadrinar" y reconocer la mesa de diálogo. Según dijo la autoridad, hay "actores" internacionales, ya sea instituciones, gobiernos o ex mandatarios (que no ha identificado), "dispuestos a facilitar el diálogo" entre Gobierno y Generalitat.

Rechazo ciudadano a la represión

El rechazo ciudadano a la violencia se mostró esta mañana con concentraciones múltiples a partir de las 12h en todo el territorio catalán. En Barcelona también participaron las principales autoridades, encabezadas por Carles Puigdemont y la alcaldesa, Ada Colau, acompañados de diputados y trabajadores públicos.

También los estudiantes hicieron una marcha silenciosa por el centro de la ciudad. Algunos jóvenes permanecieron durante todo el día ante la comisaría de la Policia Nacional de una de las calles más céntricas de la ciudad.

Los sindicatos de Cataluña llamaron a un paro general para mañana 3 de octubre. Tras la violencia ejercida por las fuerzas policiales españolas, los principales sindicatos de la región decidieron sumarse a la protesta, pero no al paro general.

Ambos sindicatos, fuertemente condicionados por sus homólogos en España, acordaron unirse a la jornada de rechazo a la violencia policial, por lo que solicitaron a sus empresas que acuerden en cada caso cómo será la forma de protesta.