Comunicadores denuncian discriminación de cuerpos grandes en Revista Viernes de La Segunda
La banalización de los cuerpos en los medios de comunicación y la exclusión de aquellas corporalidades que salen de la norma estética, son preocupaciones permanentes de comunicadoras y periodistas feministas, quienes han visto un problema ético en las prácticas periodísticas que solo visibilizan a las mujeres a través de cuerpos delgados y blancos.
Recientemente el Colegio de Periodistas y Corporación Humanas recibieron la denuncia hecha por la comunicadora Andrea Ocampo por el trato éticamente cuestionable que recibió por parte del equipo de la sección “Viernes al Desnudo” de la Revista Viernes del diario La Segunda, trabajo secundarizado por la productora “Territorio Comunicación”. La experiencia de Andrea está relatada en su columna “Viernes Desnudo, pero tapado” publicado en el sitio Es mi fiesta, donde señala que fue invitada a posar desnuda para la sesión del medio señalado, pero al momento de elegir la foto que saldría publicada, la editora -Viviana Flores- le sugirió otra en la que Andrea posaba con una bata que le tapaba más de la mitad del cuerpo.
“Por la misma razón que me invitaron, no me quisieron publicar: por gorda. Quizá fue demasiada carne, demasiada “realidad”, de esa que ves cuando sales a la calle. En ese sentido, La Segunda tuvo un simulacro de apertura, un intento muy descuidado y torpe desde todas las aristas posibles: desde el fotógrafo, el periodista, hasta la editora. Ninguno tuvo consciencia del tipo de foto que pidieron y cuál es la relevancia de esos cuerpos expuestos para la sociedad. Dudo que esto sea mera ignorancia, sino que es un asunto de voluntad. Alguien decidió que una gorda desnuda no podía aparecer, decisión que permite que hoy el fotógrafo Sebastián Utreras tenga mis fotos desnudas secuestradas; dejándome desprotegida y sin poder reclamarlas. Por lo bajo, una podría decir que algo no está funcionando en los medios, desde sus contenidos, su ética, hasta sus formas de proceder”.
La presidenta de la Comisión de Género del Colegio de Periodistas, Fabiola Gutiérrez, indicó que “este tipo de situaciones se reproducen constantemente en los medios de comunicación, en donde se perpetúan los estereotipos de género y el mandato de que los cuerpos femeninos que salen en los medios de prensa deben ser delgados, blancos y heteronormados”.
En ese sentido, la representante del gremio de las y los periodistas indicó que frente a la reproducción permanente de este tipo de prácticas sexistas, el Colegio de Periodistas junto a la Corporación Humanas y la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres trabajan en la creación de un protocolo para Medios de Comunicación donde se estipulan recomendaciones tanto en contenido como en imágenes para comunicadores/as que trabajan en prensa.
Por su parte, Mailén Parodi, abogada de Corporación Humanas, precisa que si bien está situación no está recogida en nuestra legislación, es “una manifestación de las diversas formas de violencia que sufrimos las mujeres. Lo anterior, es relevante debido a que se instalan estereotipos únicos de mujeres, lo que invisibiliza la heterogeneidad de los cuerpos femeninos”.
La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres viene hace años dedicando parte de sus labores a la erradicación de estereotipos violentos y sexistas en los medios de comunicación. Al respecto sostienen que es primordial problematizar y desnaturalizar el hecho de que las mujeres sean representadas tan limitadamente tanto en relación al aspecto físico así como también respecto a sus distintas capacidades, diferentes áreas en las que se desenvuelven, expectativas e intereses.
En esa misma línea, desde la coordinación nacional de la Red Chilena son enfáticas al señalar que: “Los espacios de reflexión son imprescindibles para generar una mirada crítica sobre la violencia hacia las mujeres, en este caso entendida como sexismo, discriminación, secundarización e inferiorización. La naturalización de los estereotipos de las mujeres es poderosa y para que las y los comunicadores, así como también el resto de la sociedad pueda hacer un análisis crítico sobre esto, se necesita conciencia y compromiso”.
El protocolo para una comunicación no sexista y sin violencia simbólica será un material elaborado por las tres organizaciones, y estará listo a fines de año, documento que espera ser un aporte para las y los periodistas que trabajan en medios de comunicación, de modo tal de erradicar de las prácticas periodísticas expresiones e imágenes machistas que vulneran los derechos de las mujeres.