Aguas Andinas: La "generosa" y no investigada billetera política de la empresa que dejó sin agua a miles
Ya nos tienen acostumbrados. Pasó en abril del año pasado, en febrero de este año y ahora de nuevo. Apenas caen gotas de agua sobre la capital, los santiaguinos ya nos acostumbramos a preguntarnos por cuándo será el corte de agua.
Tras las lluvias durante ayer jueves, Aguas Andinas, la empresa responsable del servicio de agua, anunció un nuevo corte de suministro para 27 comunas de la Región Metropolitana. ¿La razón? Los niveles de turbiedad del río Maipo. La misma explicación que para los cortes del año pasado, aunque afectando "solo" a 700 mil personas.
De los diluvios al cambio climático. Todo tipo de argumentación sirve para explicar los cortes de una empresa que ha tenido un privilegiado rol político en el Chile de la transición. Esta misma semana se supo la decisión del Servicio de Impuestos Internos de no presentar querellas contra aquellas empresas que rectificaron boletas sin justificar, ligadas al financiamiento irregular de campañas políticas. Entre ellas figura Aguas Andinas.
El negocio de la sanitaria
El agua es puro dinero para sus controladores. Privatizada en 1999 durante el gobierno de Eduardo Frei, el grupo francés Suez Environment se hizo con el 51% de las acciones a través de su filial Aguas Barcelona (Agbar). En el 49% restante figuran el grupo Luksic y el grupo Bethia (Falabella, Homecenter, Mega). En 2012, durante el gobierno de Sebastián Piñera, el Estado se desprendió del 35% de propiedad que aún mantenía sobre Aguas Andinas.
En 2015, Aguas Andinas registró utilidades superiores a los 129 mil millones de pesos, concentrando cerca del 44% de las utilidades del sector. Un monto considerablemente superior a los 47 mil millones que registraba en 2001. Según un reportaje publicado por Ciper Chile, la sanitaria aprovecha una serie de vacíos en la ley para aumentar sus ganancias en miles de millones a través de una red de empresas filiales y relacionadas que no son reguladas por la superintendencia.
En 2016, Aguas Andinas obtuvo utilidades de $154.837.459.000. Es decir, la compañía ganó más de 420 millones de pesos al día.
Platas para todos
Aguas Andinas está involucrada en el escándalo de financiamiento irregular de la política, según ha registrado la investigación que lleva adelante el Ministerio Público, gracias a dos rectificaciones de gastos sin respaldo contable que hizo la empresa al Servicio de Impuestos Internos. Otro reportaje de Ciper da cuenta de la generosa y abultada billetera política de la sanitaria.
Entre los que recibieron boletas se encuentran varios personeros que han entrado y salido por la puerta giratoria entre el mundo público y privado, además de políticos de todo el espectro.
Por ejemplo, Juan Eduardo Saldivia, militante DC y ex superintendente de Servicios Sanitarios entre 1996 y 2006, recibió $55 millones entre 2010 y 2015. A él se suman varios camaradas demócrata cristianos: Guillermo Pickering, ex subsecretario de Obras Públicas, recibió 35 millones en 2012; Clemente Pérez, también ex subsecretario DC obtuvo $46 millones; el senador Andrés Zaldívar, quién recibió 150 millones por lo que él justificó como asesorías de "seguimiento legislativo".
Se suman $430 millones a tres sociedades del abogado Pedro Yaconi, yerno de Eduardo Frei y gestionador del comité de finanzas de la campaña presidencial del 2009 del ex mandatario.
También aparecen $76 millones a Jaime de Aguirre y Mario Conca, ejecutivos de Chilevisión que emitieron boletas falsas por pedido del ex gerente de Bancard Santiago Valdés, propiedad de Sebastián Piñera, el mismo mandatario que autorizó la venta del 35% de las acciones que poseía el Estado en la sanitaria en 2012.
Desde la UDI aparecen pagos de $27 millones a una sociedad de Pablo Longueira y $53 millones a una empresa ligada a Laurence Golborne. Además, la contabilidad de Aguas Andinas registra pago $422 millones a think thanks asociadas a todos los sectores políticos: $117 millones al Instituto Libertad, vinculado a RN; $72 millones a Libertad y Desarrollo, ligado a la UDI, al igual que la Fundación Jaime Guzmán que recibió $52 millones. Chile 21, ligado a Carlos Ominami recibió $34 millones, mientras que Proyectamerica, relacionado a Ricardo Lagos, $66 millones.
Las turbias aguas
El corte de agua de abril del año pasado también fue por niveles de turbiedad del agua. Sin embargo, las lluvias no serían la única causa de esto, como lo han justificado desde el gobierno y la propia empresa.
Un informe del Colegio Médico liberado en abril de 2016 daba cuenta de los altos niveles de contaminantes en las aguas producto del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo. Se trata de un documento elaborado por el Director del Departamento de Medio Ambiente del organismo, Andrei Tchernitchin, que arrojó elevados niveles de arsénico, níquel, plomo, molbdeno, hierro y manganeso, entre otros.
“Representa un riesgo para la salud de la gente del Cajón del Maipo, así como para los habitantes de Santiago”, dijo el especialista hace un año.
Alto Maipo
Alto Maipo es el proyecto hidroeléctrico más grande de su tipo aprobado en Chile. Comprende la construcción de dos centrales de pasada en el Río Maipo, en el sector de San José de Maipo a 40 kilómetros de Santiago. Las aguas de los ríos Volcán, Yeso y Colorado, principales afluentes del río Maipo, serán entubadas en un túnel subterráneo de más de 70 kilómetros de extensión y ocho metros de diámetro.
Al presentarse el proyecto de Alto Maipo, uno de los principales opositores fue Aguas Andinas, la privatizada empresa que suministra el servicio de agua potable a la Región Metropolitana y que tiene los derechos de agua del río Maipo. Como se puede ver en el reclamo presentado al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, la sanitaria consideraba que la hidroeléctrica llenaría el río Maipo de sedimentos, amenazando la seguirdad y continuidad del servicio de agua potable de la capital.
Sin embargo, esto cambiaría en 2011, cuando la sanitaria firmó un acuerdo con AES Gener en la que compromete por 40 años la entrega de parte del caudal de agua de la zona para abastecer el proyecto hidroélectrico, en caso de que se presenten altos niveles de turbiedad. Del acuerdo solo se supo en 2013, después de una orden de la Corte de Apelaciones.
Entonces, existía un denominador común entre ambas empresas: el grupo Luksic. A través de Banco de Chile e Inversiones Arizona, los Luksic son parte importante del control de la sanitaria Aguas Andinas. Además, compartían la propiedad de Alto Maipo con la multinacional eléctrica AES Gener (60%), ya que a través de la sociedad Antofagasta Minerals el dueño de Canal 13 poseía el 40%.
Esto, sin embargo, cambió en enero de este año, cuando el "poderoso" empresario decidió retirarse de la sociedad controladora de Alto Maipo.